ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Una de piratas por Oti Marchante

W. A.

Oti Marchante el


Lo primero, enlazaré con la crítica de ‘Si la cosa funciona’ recién publicada.


Woody Allen siempre es más profundo y certero que los que lo analizamos, y siempre envuelve de varias capas sus películas, sean comedias, dramas, musicales o aparentemente sencillas reflexiones trufadas de frases ingeniosas.


Como es lógico, tiene algunas obras que son mayores, piezas maestras, como ‘Delitos y faltas’, y otras que ‘sólo’ son películas de una inteligencia y de una lucidez casi abrumadoras. El ‘problema’ es que incluso éstas ‘menores’ son tan divertidas y brillantes, y están bien escritas y reflexionadas, que hay poco que reprocharle, salvo eso, que son ligeras y que anteponen el cinismo o el ingenio al abismo o al genio. Creo, de todos modos, que en cualquiera de sus películas está ese abismo (o pesimismo) aunque sea desprovisto de ínfulas, y desde luego el genio, o lo genial. Incluso en esas que muchos han despreciado, como ‘Granujas de mdio pelo’, ‘Todo lo demás’ o ‘Scoop’ hay un análisis, más o menos divertido, o más o menos disimulado, de los fondos del ser humano. Se me ocurre, por ejemplo, ese giro genial de la pandilla de ladrones cutres que, en busca de una tapadera para dar el golpe (el local desde el que pasarán al Banco), encuentran la gran mina de oro en unas galletas irresistibles.


Entiendo que ‘Vicky Cristina Barcelona’ no le guste a muchos, pero no entiendo que se le reproche a la película que sea ‘poca cosa’. Pocas veces me han contado una historia tan triste, en la que todos los personajes (todos) nos muestran su imposibilidad de ser felices, y lo haga de un modo tan vitalista y esperanzador.


Estoy dispuesto a aceptar todas las pegas que se le quieran poner a Woody Allen y a todas y cada una de sus películas. Y que tendrá ‘épocas’ mejores y peores, o que a ti o a mí, nos gusten o nos lleguen más. Pero nunca he leído nada sobre ninguna de sus obras que esté a la altura de ellas… Más bien, todo lo contrario. Este sábado, en un programa radiofónico de cine, un pobre hombre instaba a Woody Allen a retirarse, porque ya no tenía nada que decir.


Afortunadamente, su cine habla por los codos. Y nos retrata cada vez más a nosotros y menos a él.


Y no quiero perder la oportunidad de traer aquí al caso a Rossellini, un cineasta profundo, serio, conocedor del hombre y sus cosas. Y el hecho insólito de que el sábado el ABC daba dos películas de este hombre, ‘Alemania, año cero’ y ‘Roma, ciudad abierta’.


Pues, sí, entre Rossellini y Woody Allen hay un mundo, y es el nuestro.

Otros temas
Oti Marchante el

Entradas más recientes