No diga Cannes, diga ¡guau!

Wong Kar wai, David Fincher, los Coen, Kim Ki Duk, Tarantino, Gus Van Sant, Michael Moore, Kusturica, Soderbergh, Winterbottom…, y Jaime Rosales, el único director español que tendrá su película este año en el festival, y no en la sección competitiva, sino en la llamada Una Cierta Mirada. Es, visto desde aquí, un pedazo de Festival lo que promete este año Cannes, donde se reúnen casi todos los que son y son casi todos los que se reúnen. Sólo he mencionado unos cuantos, pero hay más (algunos de ellos serán, con muchas probabilidades, mi tormento, como Carlos Reygadas, Catherine Breillat, Alexander Sokurov, etc. etc. etc pues son obsesiones de míster Jacob y contra eso no se puede hacer nada, salvo aguantar la pedrada. Ojalá me equivoque y sea capaz de disfrutar con el cine de algunos de mis ‘atormentadores’, lo cual tal vez signifique que alguien, yo incluido, se ha equivocado… Pero, sobre todo, ojalá que el día de inauguración, que ponen ‘My blueberry nights’, de Wong Kar wai, me quede ya ahíto de asombro para el resto de los días de festival, eso significará que uno de mis cineastas favoritos me ha pasado la mano por el lomo.

Espero con enorme curiosidad la segunda película de Jaime Rosales, tras su irrupción con ‘Las horas del día’. Ésta se titula ‘Soledad’, y creo que es una de esas historias que te dejan sin resuello. Al tiempo. En cualquier caso, Rosales parece que ha sido adoptado por el festival, que lo acoge como a uno de los suyos. Bueno y/o malo. No es fácil sobreponerse al abrazo -no siempre recomendable y sí influenciable- de los mandones de Cannes.