No estamos en nuestro mejor momento (me refiero a Oti y a mi), pero, a pesar de ello, cumpliremos con el autoimpuesto deber de meter aquí los estrenos del viernes. Quiero recomendar vivamente (término que le pega más a Truffaut que a Rosales) la película ‘La soledad’, no sólo por lo que es, sino también por lo que podría llegar a ser: una puerta o ventana para que el impersonal cine español pueda vislumbrar ciertas salidas, o entradas.
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