Creo, como muchos de los que participan en este blog, que Hirokazu Kore-Eda es un gran cineasta, y creo que aún está planchando el estilo que lo vista. En cualquier caso, tiene un especial modo de buscar ‘eso’ que hay entre padres e hijos… De sus pelÃculas (las que yo he visto), creo que esta ‘Still walking’ es la mejor y la que ofrece un mayor equilibrio entre el qué y el cómo: es una manera serena de ver la tromba. La que acabo de ver en Cannes, ‘Muñeca hinchable’, o asà se titulará, tiene momentos fascinantes, pero también podrÃa haberse titulado ‘pelÃcula hinchada’. La maravillosa ‘nadie sabe’ no acaba de armonizar lo que tiene de yunque con lo que tiene de pluma. Pero, a lo que voy.
Bien, creo que el estreno ahora de ‘Still walking’ nos permitirá hacer un corrimiento de ideas o de impresiones sobre también otra pelÃcula, ‘Cuento de Navidad’, la de Desplechin. Ambas miran una reunión familiar, ambas comparten varios instantes, sentimientos, fricciones y hasta melancolÃas. Es sorprendente ver cómo siendo tan parecidas son tan distintas; o si se prefiere, cómo siendo tan distintas son tan parecidas.
¡Ah, la familia! … Ese pozo sin fondo, y tantas veces seco o con aguas sospechosas.
La ley de linc nos obliga, hoy, a tratar algunos de los estrenos:
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