Oti Marchante el 28 oct, 2009 La segunda parte de Millenium, ‘La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina’ puede ser el ejemplo perfecto de lo que no es una buena adaptación literaria a la pantalla. La novela se hace entender y consigue que más o menos te desenvuelvas entre la enmarañadÃsima trama, pero la pelÃcula es completamente incapaz de ello. No creo que nadie que no haya leÃdo la novela se entere de gran cosa de lo que pasa (los que la hayan leÃdo, tampoco). Es como un enorme ‘trailer’ de la novela, con secuencias que se apelotonan y situaciones que ocurren sin la causa que las origina. Asà como la primera lograba mantenerse en pie, aún tambaleándose, ésta segunda es eso, un ejemplo… Creo que a partir de ahora esta pelÃcula deberÃa de ser obligatoria en los cursos de aprendizaje de guión, adaptación y dirección cinematográfica: Cómo no se debe hacer nunca la conversión de una novela a pelÃcula. Otros temas Comentarios Oti Marchante el 28 oct, 2009