Cada dÃa que pasa, Schwarzenegger es mejor actor, y lo demuestra claramente en la pelÃcula recién estrenada “Sabotage” (supongo que la falta de ortografÃa es un guiño a algo, aunque no sé bien a qué). En “Sabotage”, Schwarzenegger no se limita a expresar sólo las dos emociones a las que nos tiene acostumbrados, contento y enfadado, sino que profundiza en su personaje (que no es nuevo, ya lo ha interpretado un millar de veces, y por eso no necesita que lo describa) hasta encontrar en él sentimientos muy, muy novedosos. Aún es pronto para que entre en tromba a Shakespeare, pero está ya en el camino.
Qué gran actriz es la niña Dakota Fanning, aunque se la haya quedado cara de ranita antes del beso principesco, pero su pelÃcula “Ahora y siempre” es infumable a no ser que uno quiera llorar por lo mismo que lloró la pasada semana con Shailene Woodley en “Bajo la misma estrella”. El cáncer forma parte de nuestra “vida”, y ahora coloniza el cine. No soy nada partidario de la pelÃcula “Borgman”, porque me produce un malestar profundo. Sé que ese malestar en el espectador es muy apreciado por buena parte de la crÃtica, pero yo suelo preferir que mi cuota de mal rollo se acabe cuando entro al cine. La de “Dos vidas” no está mal, pero también confieso que está a unas mil millas de la peli que yo quiero ver. La de “El abuelo que saltó por la ventana y se largó” puede ofrecer un algo de gracia al que se empeñe en vérsela. Allá penas.
Y dejo un poco (no mucho) de información sobre estos estrenos en estos enlaces:
La del abuelo tontorrón que cumple cien años
La de la jovencita con cáncer
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