Primer dÃa de rodaje. Nueve horas de la mañana. Bullicio en la Barceloneta. Bullicio un tanto absurdo, porque hasta las doce y media no llegó Scarlett Johansson. Antes, su doble habÃa hecho por allà algún que otro pinito. Woody Allen, sÃ, con su gorro/a verde colitis y con pinta de que aquello se le va a descontrolar. No ocurre tal cosa… Todo esto, de oÃdas, porque yo me fui a ver esta mañana la última de Harry Potter, más por deber que por devoción.
No soy un enstusiasta de la serie (y mira que me gustan las pelÃculas de magos, o al menos las dos del año pasado), pero me da la impresión de que ésta va a tener menos recorrido. Pero, ya digo, el hecho de que a mà me canse no quiere decir que sea cansina para todos los demás.
Y asà estamos, entre Woody y Harry, o entre Allen y Potter.
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