Por fin encuentro la puerta para entrar aquí. Quería alertar sobre algo: he decidido tomarme un descanso, y no tengo por casamejo sillón que “A personal journey with MartinScorsese. Trough American Movies”. Es más que undocumental sobre la historia del cine; es un repaso tan íntimo, tan en plano corto, pero al tiempo tan objetivo y monumental comouno de aquellas panorámicas del western. Con su carade palo y sus cejas de broma, Scorsese nos revela lahistoria de las películas y nos sirve calientesalgunos de los momentos cumbres del cine. El tío,habla con monotonía y con aparente frialdad, pero sele ve el plumero: mira el cine, las películas, con elcorazón; un corazón, por cierto, que no siempre sabeponer en las suyas (aunque cuando da, da como nadie).El conocimiento que despliega es enorme; lo conocetodo: lo que hay que conocer y lo que no. Y eltratamiento es magnífico, frío por fuera, ya digo,pero de una calidez en el fondo alucinante. Le da unbaño a Bogdanovich, quintaesencia del cinfilo. Bueno, pues sus tres horazas largas de lonchas depelículas, desde el comienzo hasta el fin, es tanreparador, tan instructivo y tan complaciente como unpasote en un balneario. Lo recomiendo vivamente.