Lo primero, perdón por la imagen tan desagradable de la película “A serbian film”, pero no he encontrado ninguna que tuviera ni menos sangraza ni un tipo menos desagradable. En fin, menuda brasa lo de que un juez impute al director del Festival de Sitges, Ángel Sala, por haber programado y exhibido “A serbian film”, un horror de película que muestra un catálogo de imágenes horrorosas, entre ellas, las que han movido a no sé qué juez a acusar a Sala de exhibición de pornografía infantil y otras lindezas. Nadie le ha explicado al juez que una cosa es la realidad y otra la ficción, pues las escenas más horrorosas y a las que se refiere son en realidad puro truco, puesta en escena, mentira cochina, como la mayor parte del cine que vemos. Porque, en una de éstas, cogen a Willem Dafoe y a Charlotte Gaingsbourg y les caen quince años por algunas escenas de “Anticristo”.
Pero, bueno, de la brasa al Incendio, la película de Denis Villeneuve que está a punto de estrenarse y que tantos gustos y disgustos le depara al amigo David Garrido. Y la cosa es que si no la ponen en un sitio, pues hay que irse a otro sitio a verla. O sea, lo contrario que con la película serbia.
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