La pasada semana se estrenó una pelÃcula española, ‘Yo’, que tuvo un notable impacto en la crÃtica, tanto en este periódico como en otros. Creo que es razonable que se hable aquà de ella. ‘Yo’ es la primera pelÃcula de Rafa Cortés y, como tal, tiene un enorme valor. También tiene un trabajo muy afinado de su protagonista, Alex Brendemuhl, que le proporciona mucha incógnita e incertidumbre a su personaje, al cual conoce perfectamente porque lo ha escrito él mismo (es el guionista). Está filmada la historia con buen ojo y buen pulso, hasta el punto de conseguir que interese algo que, en principio, no alberga gran interés: un alemán llega a un pueblo perdido de Mallorca, se instala y apenas le ocurre nada. A pesar de que, tal y como se ha señalado, se reflexiona sobre la identidad, o sobre la influencia ambiental, o sobre la personalidad desenfocada, o sobre lo que se quiera, ‘Yo’, que es una pelÃcula entonada, adolece, a mi juicio, de un mal habitual en nuestro cine: el de la buena idea alargada, el del corto estirado, el de la confusión entre la auténtica reflexión y la digresión. Animo a todos a ver ‘Yo’, primera pelÃcula muy estimable de Rafa Cortés, quien harÃa bien en no creerse del todo las chuminadas que decimos los crÃticos. A poco que mire su pelÃcula, sabrá que el soberbio tramo final no le impide a ‘Yo’ el aspecto de un globo hinchado de más.