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Blogs Tras un biombo chino por Pablo M. Díez

Ucronía de Tiananmen

¿Cómo sería China hoy si hubieran triunfado las protestas prodemocráticas de 1989? Responden expertos e intelectuales

Pablo M. Díez el
Presidida por la Diosa de la Libertad, esta fotografía muestra las protestas en la plaza de Tiananmen en 1989. Está expuesta en el Museo del 4 de Junio en Hong Kong, el único lugar de China donde se puede recordar la masacre.

Menos en China, donde el régimen del Partido Comunista intenta borrarla de la historia, en todo el mundo se conoce la masacre de Tiananmen, de la que se acaban de cumplir treinta años. En la madrugada del 4 de junio de 1989, el Ejército chino sofocó a tiros las multitudinarias protestas prodemocráticas que habían tomado esta plaza del centro de Pekín. Murieron entre 200 y varios miles de personas, según estimaciones de entonces del Gobierno chino y de organismos internacionales. Al margen de las cifras, la represión sentó las bases de la China actual: crecimiento económico, apertura social y férreo control político para impedir que algo así volviera a suceder.

Pero, ¿qué habría ocurrido si hubiera triunfado Tiananmen? ¿Cómo sería hoy China? Para el veterano activista Albert Ho, quien preside en Hong Kong la Alianza en Apoyo a los Movimientos Democráticos y Patrióticos de China, la respuesta es clara. “Sin la masacre, habría habido una gran transformación y probablemente hoy tendríamos democracia en China”, me responde por teléfono. Aunque cree que “el cambio no habría sido tan caótico como en Rusia y el sufragio universal habría tardado en extenderse”, considera que “la sociedad y la Prensa serían más libres y el poder se habría descentralizado con elecciones en las provincias”.

Precisamente, eso es lo que querían impedir las autoridades chinas, que tienen como ejemplo a no seguir la caída del bloque comunista en la Europa del Este y el desmembramiento de la Unión Soviética. Con la amenaza de independencia en las levantiscas regiones del Tíbet y Xinjiang, el autoritario régimen de Pekín insiste en que su respuesta fue la “correcta” para acabar con la “agitación” cuando, a preguntas de la Prensa extranjera, rompe su silencio sobre la matanza.

No coincide con Albert Ho el experto Perry Link, uno de los editores del controvertido libro con supuestos secretos oficiales “Los papeles de Tiananmen”. “Lo más probable es que China siguiera siendo hoy un régimen de partido único, pero más humano”, responde por correo electrónico Link, quien se muestra contundente cuando se le pregunta si el crecimiento económico legitima al Partido Comunista: “No”.

Por problemas burocráticos o presiones de los vecinos, el Museo del 4 de Junio ha conocido cinco ubicaciones en solo cinco años.

Pero ese es uno de los pilares del “contrato social” que la mayoría de los chinos han firmado con el régimen para “olvidar” Tiananmen, un tabú censurado en los medios e internet y tan soslayado en la educación que sus 400 millones de jóvenes ni siquiera han visto la icónica foto del “Hombre del tanque”.

La gran paradoja china la personifica un empresario pequinés, que prefiere ocultar su identidad, enriquecido al amparo del “milagro económico” que ha vivido el país. Aunque participó en las protestas cuando tenía 20 años, cree que “si hubieran triunfado, hoy tendríamos una democracia como la India, pero muy caótica y donde se podrían comprar los votos”. Desencantado, critica que “lo peor no es que los chinos hayan olvidado Tiananmen, es que no les importa”, pero valora el progreso actual.

“El otro pilar del régimen es la estabilidad y el orden público: evitar el caos es una herramienta útil para convencer a muchos chinos de obedecer las reglas o permanecer callados”, analiza Jean-Pierre Cabestan, profesor de la Universidad Baptista de Hong Kong. Aunque rechaza las especulaciones, no cree que el movimiento de 1989 pudiera haber tenido éxito. “Su fin podría haber sido pacífico si Zhao Zhiyang (secretario general del Partido Comunista defenestrado por buscar una solución negociada) hubiera seguido en el poder, pero su entorno no quería una democratización, solo un sistema de partido único más abierto y relajado”, razona Cabestan. A su juicio, “el desarrollo habría seguido siendo la prioridad y se habrían conseguido más o menos los mismos resultados”.

Portada de ABC del 5 de junio de 1989 informando del aplastamiento de las protestas de Tiananmen.

La ucronía, reconstrucción histórica basada en hipótesis, es más fácil para el escritor Chan Koonchung, afincado en Pekín. Si en su primera novela, “Años de prosperidad” (Destino), dibujó una metáfora sobre la amnesia que sufre la China actual, en la última, “El segundo año”, imagina cómo sería el país si la guerra civil la hubiera ganado el Kuomintang (KMT) de Chiang Kai-chek, y no los revolucionarios comunistas de Mao. “Toda la apertura que hubo en los años 80 y 90 se habría adelantado a los 50 y 60”, fabula el escritor. Lo mismo cree que habría ocurrido “si hubiera triunfado Tiananmen, ya que la entrada de China en 2001 en la Organización Mundial del Comercio, que disparó su crecimiento económico, habría sido en los 90 y los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 en 2000”. Pero sospecha que “tampoco habría democracia hoy”.

La portada de ABC que no habría existido

El 5 de junio de 1989, ABC publicó esta espeluznante portada sobre Tiananmen. Si las protestas hubieran triunfado, solo se puede especular si China sería más rica o más pobre, más libre y democrática o si se habrían independizado algunas regiones. Lo que sí se sabe es que las Madres de Tiananmen, las familias de las víctimas, no estarían llorándolas enceradas en sus casas. Y, si hubieran triunfado en un baño de sangre, al menos podrían llevarles flores al cementerio.

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