Tenía 79 años cuando falleció en la localidad argentina de Buenos Aires el 13 de abril de 2003. Su labor como cantante y compositor de boleros le hizo famoso en todo Iberoamérica. Aunque era natural de Bolivia, la mayor parte de su trabajo radicó en Argentina. Sus grandes años de éxitos fueron la década de los 50 y los 60 del siglo XX. Un hombre que se casó hasta en tres ocasiones y que tuvo tres hijos. En la biografía que se publicó poco después de fallecer por parte de su hermano, Víctor Shaw, se pueden encontrar fotografías, anécdotas, letras de sus canciones y también algunas obras pictóricas realizadas por el intérprete. En la última etapa de su vida, cuando estaba retirado en la capital de la Pampa, se dedicó de lleno a la pintura ya que era su gran pasión. Los entendidos le definían como un pintor con oficio y con un estilo de fino dibujante cuyas exposiciones llegaron a Perú y a Japón. Hoy en día sus restos descansan en el Mausoleo de los Notables que se ubica en su ciudad boliviana natal de Oruro, donde llegó al mundo un 30 de noviembre de 1923.
Raúl Alberto Shaw Boutier era el segundo de siete hijos que tuvo el matrimonio formado por un profesor llamado Roberto Shaw y su mujer Clotilde Boutier. Desde pequeño se sintió cercano a la música y con trece años ya ganó su primer concurso de cantantes que organizaba el teatro municipal de Oruro. Poco después empezó a cantar en una emisora local llamada Radio El Condor. Con apenas una veintena de edad se trasladó a la capital y en La Paz trabajó como empleado público y como dibujante técnico. Mientras tanto cantaba junto a su hermano Víctor en un grupo de música llamado “Los Altiplánicos”, un trío que le hizo empezar a labrarse un nombre en Bolivia. Los boleros llamaban la atención de un espléndido compositor, y su primera obra de renombre fue “Magaly”. Por entonces ya había tocado por México junto a otro trío llamado “Los Indios”, y junto a los Hermanos Valdez en otro grupo llamado “Panamérica Antawara” con quienes realiza su primera grabación. En 1952 y afincado en Santiago de Chile, realiza una audición en el hotel Sucre Palace para dos componentes del grupo “Los Panchos”. Hacía poco habían perdido a su vocalista principal, Hernando Avilés, y tras cantar su famoso tema “Magaly”, es aceptado de inmediato en el trío. Los otros dos componentes eran Alfredo Gil y Chucho Navarro. En ese momento fue cuando le propusieron cambiar su nombre por otro más artístico ya que sus apellidos no eran propios de un cantante de boleros. Raúl aceptó a la mitad, y eliminó su apellido materno pasando a apodarse “Raúl Shaw Moreno”, derivando este último del segundo apellido materno de su compañero Chucho Navarro. Con este grupo debutó en un recital en directo para la emisora chilena Radio Minería, y en nueve meses cantó por todo América Latina destacando con conciertos en Brasil y en Japón. Hasta 31 canciones grabó con Los Panchos, entre las que se encuentran “Lágrimas de amor”, “Aquellos ojos verdes”, “María Elena” o “Bésame mucho”. Menos de un año duró su etapa en esta agrupación ya que sufrió desencuentros con Alfredo Gil, y se hablaba de que la voz de Raúl no acompasaba la música que se buscaba. Al final del contrato ambas partes resolvieron de mutuo acuerdo su relación laboral y Shaw siempre ha dicho que ha estado muy agradecido a la vida por darle la oportunidad de cantar en esta banda, de la cual se consideraba admirador.
Poco después se sumó a un nuevo proyecto gracias a la discográfica chilena Odeón. Junto a José González y Fernando Rossi fundan el “Trío Los Peregrinos” alcanzando un gran éxito en Chile y otros países sudamericanos. Además, acompañaron a un solista de la misma casa discográfica que empezaba su carrera con los temas “Contigo en la distancia” y “Sinceridad”. Este artista no era otro que Lucho Gatica, quien siempre reconoció que estas composiciones junto a Raúl Shaw le hicieron obtener mucha relevancia en el mundo de la canción. Junto a este Trio Los Peregrinos realizó una exitosa gira por Bolivia, donde le consideraban una gran estrella internacional. En 1954 se separan y Raúl convoca a los integrantes de uno de sus primeros proyectos como fue el cuarteto “Los Indios”, junto a ellos forman “Raúl Shaw Moreno y Los Peregrinos”, quienes en 1955 publican el disco “Boleros- Música de altiplano”. Contaban con varios temas como “La Barca”, “Esta noche será serena”, “Sabrás que te quiero” o la canción “El Jinete” que compuso el gran talento mexicano José Alfredo Jiménez. Sus boleros y la canción romántica le hicieron convertirse en una de las mejores voces de toda Sudamérica en los que fueron los mejores años de la carrera artística de Raúl Shaw. De hecho, en 1957 recibieron el Disco de Oro Odeón por sus éxitos en ventas. Tras separarse de Los Peregrinos, Shaw empezó su labor como solista hasta su retiro. Grabó para varias orquestas como la de Roberto Inglez o la de Vicente Bianchi y también para otros tantos músicos. Además junto al guitarrista Mario Barrios compuso muchos boleros exitosos que fue su mayor producción para la sociedad latina y en concreto su país natal. Tan solo tuvo dos intentos más por agruparse, el primero de ellos cuando grabó un disco de diez temas junto a un trio mexicano de boleros llamado “Los tres caballeros”, donde destaca la canción “El reloj”. La otra aventura fue en 1970 cuando Los Panchos cumplieron 25 años en la música y tanto Chucho Navarro como Alfredo Gil le invitaron a cantar como un cuarteto en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México junto a la Orquesta Sinfónica Nacional. Además, emprendieron una gira exitosa por Europa y Asia, en concreto en Japón estaban asombrados de contar con los shows de estos cuatro hombres. Un artista mundialmente conocido que aportó mucho a la música popular latina bajo el sobrenombre de “El Tenor de América”.
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