La Premier cierra su mercado el 8 de agosto y deja tres semanas para que los clubes del resto de Europa negocien otros traspasos a precios más bajos. Zidane pide el fichaje de Pogba por encima de todas las cosas y el Real Madrid ha puesto toda la maquinaria en acción para ejecutar una nueva adquisición que solo tiene veinticinco dÃas de margen, porque la casa blanca no acometerá la operación con el Manchester el último dÃa del mercado inglés. Su segunda carta, Eriksen, también pende de ese mercado y tampoco puede esperar hasta el final.
Si el United accede a negociar, pedirá 170 millones; es el precio de traspaso de Pogba que ha filtrado el club inglés. El Real Madrid ofrece 125 millones de salida. Si el Manchester acepta dialogar, la casa blanca tiene un tope: 130 millones y 15 en variables. No pasará de ahÃ
Zinedine ha solicitado a Pogba antes que a Neymar, antes que a nadie, y el Real Madrid aconseja al centrocampista francés imitar los pasos que Hazard dio ante el Chelsea hasta conseguir su objetivo: ser sincero con tu club, ir de cara, pedir el traspaso, decir claramente tu destino, «el Real Madrid», y no utilizar las medidas de fuerza para alcanzar el objetivo. Hay que poner las cartas boca arriba para evitar especulaciones e ir al grano.
En 2022 queda libre. El United puede extender unilateralmente su contrato de 2021 a 2022. Y le paga cada mes de julio una «prima de fidelidad» de 4,2 millones. La entidad española analiza con la jurisprudencia de su experiencia que es mejor no solicitar el «transfer request» y rechaza acudir a la prensa como método de presión. Si Pogba no ha hablado públicamente en los últimos tiempos, su apoderado, Mino Raiola, ha manifestado hace unos dÃas en los diarios ingleses y en la televisión que «todo el mundo sabe lo que Paul quiere».
Hablar solo con Woodward
El consejo del Real Madrid es que Raiola y el futbolista dialoguen solo con Edward Gareth Woodward, vicepresidente ejecutivo del Manchester, el hombre de confianza de los hermanos Avram y Joel Glazer, y que lo hagan en privado, sin alimentar después telenovelas periódicas de prensa en los mentideros de Fleet Street. Advierte que lo peor para conseguir la meta es que Woodward lea al dÃa siguiente en los medios de comunicación la charla mantenida quince horas antes. Si el consejero delegado del United se siente traicionado no habrá operación.
El Real Madrid pide discreción para que el Manchester acceda a negociar. De momento, Ed Woodward no ha puesto precio oficial, pero ha soltado lastre con filtraciones: 170 millones de euros. Es un punto de partida. El club español ofrece 125 millones. Zidane ruega el fichaje y, si el United acepta el combate negociador, la casa blanca está dispuesta a alcanzar un tope de 130 millones y 15 en variables a pagar en cinco años. De ahà no pasará. Es el lÃmite. Incluso pone jugadores como Bale e Isco para abaratar lo operación económica y cubrir posiciones futbolÃsticas. Pogba se encuentra concentrado con el Manchester en Australia y tiene que aprovechar la pretemporada para poner a Woodward en la tesitura de escuchar la oferta.
Le restan dos años de contrato, que puede ser prorrogado unilateralmente por el United hasta 2022. El francés percibe cada mes de julio una «prima de fidelidad» ascendente que este verano alcanza los 4,2 millones de euros, pero el campeón del mundo quiere marcharse. Ya no es una cuestión de dinero. En el Real Madrid no ganará más. Es una postura deportiva. Quiere jugar a las órdenes de Zidane, y conseguir la Champions vestido de blanco.
El club español apremia para solucionar la situación y no esperar hasta agosto. Si el United no vende, atacará la contratación de otro mediocampista y la segunda opción es Eriksen, que espera con paciencia. Pochettino ha solicitado la cesión de Ceballos al Tottenham para cubrir ese hipotético adiós.
Milinkovic-Savic y Van de Beek son otras cartas blancas de la baraja. Si el Real Madrid no ficha en el mercado inglés, el 9 de agosto se abrirá otro mundo y estos dos centrocampistas, que desean abandonar el Lazio y el Ajax, entrarán en acción.
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