Los apoderados de Neymar, ocupados ahora en defender al futbolista ante las causas judiciales del fichaje realizado por el Barcelona, utilizan ahora el potencial del brasileño para obtener una buena renovación con el club azulgrana o provocar al Real Madrid para llevar a cabo su traspaso. El club blanco se siente utilizado por los representantes del delantero, que con catorce años estuvo a punto de firmar por la entidad madridista de la mano de Walter Ribeiro.
El Madrid, sin embargo, da la cara. Tuvo al chaval en Valdebebas con aquella edad y no lo contrató porque tendría que haberse llevado también a su padre a vivir a Madrid y el niño se sentiría desarraigado, precisamente esa apalabra que la FIFA argumenta para aplicar la Ley de Menores. El Madrid se la aplicó a sí mismo cuando la Ley no existía. Ahora, el club blanco va de frente. Intentará el fichaje de Neymar si el jugador manifiesta que quiere venir. Si no, pide que dejen de utilizarle como arma para renovar y sacarle 20 millones netos anuales al Barcelona en un acuerdo por cinco años.
El Madrid abonará los 190 millones de su cláusula y le pagará esa ficha si el Balón de Bronce da un paso adelante y pide a la casa blanca que puje por su adquisición. Ahora mismo, Neymar cobra once millones anuales en un convenio que acaba en 2019. El Madrid ha dado sus pasos. Ha planteado claramente su propuesta. Falta que Neymar demuestre que desea venir, como anhela Walter Ribeiro, el hombre que le trajo a Valdebebas cuando era un crío.
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