El Real Madrid ha encontrado dos centrales mientras Ramos y Varane sí saben pero no contestan. Nacho y Militao, claves ante el Liverpool y el Barcelona, se ganan la confianza de Zidane mientras aumenta la incertidumbre sobre la renovación del capitán y del central francés. El canterano aspira a renovar con el club blanco y a estar con España en la Eurocopa mientras Ramos y Varane miran para otro lado.
Incrédulos, que sois unos incrédulos. Hombres de poca fe. Negacionistas del fútbol. La solución a las bajas de Ramos y Varane estaba en casa. Ningún madridista habría apostado un euro por el Real Madrid en la Champions hace un mes en Codere, la casa de apuestas ligada contractualmente al Real Madrid, si les dicen que Ramos y Varane serían baja en los cuartos de final de la Copa de Europa. Pero ha sido verdad. El conjunto blanco ha alcanzado la novena semifinal en once temporadas y la trigésima semifinal histórica de la casa en la magna competición europea con Nacho y Militao como centrales, los «stoppers» suplentes de la plantilla, los que no contaban para casi nadie. Nacho comenzó el curso como cuarto central del Real Madrid y ahora es titular «indiscutible», señala la entidad a la que pertenece desde el 1 de julio de 2001.
Zidane expuso el pasado mes de agosto que el brasileño sería el tercer central y el canterano el cuarto. El madrileño era relegado teóricamente al ostracismo y ha trabajado para cambiar radicalmente esa consideración. Nacho ha revertido su difícil situación desde enero y se ha transformado en un defensa titular indiscutible gracias a una «perfomance» soberbia, la mejor de su década en el primer equipo.
En la misma tesitura, nadie esperaba que el joven Militao cambiara el discurso ambiental de su trayectoria para convertirse en un futbolista de garantía en el centro de la retaguardia. El rendimiento de ambos ha cambiado la visión de futuro del club. La planificación a corto plazo aportará fichajes en esa línea y Alaba es la primera ficha. La segunda se queda en la recámara al valorar el buen funcionamiento de dos hombres que antes no contaban para el once titular. Esa segunda adquisición queda a expensas de las renovaciones de Ramos y Varane, que acaban contrato en 2022 y no han firmado su continuidad. Pero ya hay una protección interna: Nacho y Militao contestan bien en el campo.
Y Ramos y Varane siguen sin renovar. Sergio Ramos está más fuera que dentro, sienten en el club. Ttiene una oferta inicial de una campaña, dados sus 35 años de edad, con una reducción salarial del 10 por ciento. La tendrá por escrito si así lo requiere, pero la conoce de palabra. Una propuesta que podrá repetirse cada verano según sus prestaciones. El sevillano no ha firmado. Veremos si lo hace en el mes de mayo, el tope que se ha marcado la empresa. Varane posee una proposición por cinco años y decidirá cuando acabe la campaña. El Manchester United le tienta. El paso adelante de Nacho y Militao ha tranquilizado a los dirigentes del club. Hay relevo si uno o los dos teóricos titulares se marchan. Ya no existen tantas urgencias. El plan B responde. No hay que liarse la manta a la cabeza. Como casi siempre sucede en el Real Madrid, las soluciones están dentro.
Menos urgencias en el club blanco para fichar: Alaba es un objetivo, pero ya no hay prisa en contratar un segundo central. «La solución está en casa», dicen en el club blanco.
El rendimiento de Nacho es tan alto que se ha ganado el sitio en la alineación titular y cotiza al alza para estar en la lista definitiva de la selección española de Luis Enrique en la Eurocopa. El alcalaíno, como Ramos y Varane, también acaba contrato en 2022. Aún recordamos su preocupación, hace un tiempo, para que su club le añadiera esa temporada extra de contrato, hasta junio del próximo año. Ahora, ese acuerdo se extinguirá en catorce meses y la empresa en la que lleva dos décadas, desde julio de 2001, debe decidir si le amplía la ficha por una o dos campañas. Nacho Fernández tiene 31 años y desea retirarse en la casa en la que se ha formado como jugador y como persona. La entidad lo sabe.
El caso de Militao es distinto. Fue fichado al Oporto por 50 millones de euros hace dos temporadas y ese precio ha sido una losa comparativa que le ha perjudicado sin tener culpa de nada. Hoy tiene 23 años y comienza a demostrar que puede jugar en el Real Madrid.
El quid de la cuestión es que Militao vale para el Real Madrid. Solo ha disputado once partidos en este curso y su rendimiento es óptimo con ese mínimo bagaje. Siempre solicitó una continuidad de partidos que la presión de los resultados que define al club le impidió disfrutar.
Juzgado mediáticamente con dureza en sus pocas intervenciones, falto de una confianza que solo otorgan los partidos, culpa del monopolio ejercido por Ramos y Varane, la baja de los dos baluartes de la retaguardia le ha permitido sumar varios encuentros consecutivos y mandar el mensaje de su valía. Es rápido y polivalente, central y lateral. Solo necesitaba jugar. Los dos centrales otrora reservas han sacado los dientes y muerden.
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