El enfado interno del Real Madrid después del empate sin goles en el Calderón era el mismo que sentía un gran segmento del madridismo. Profesionales del club criticaban jugadas como el taconcito de Benzema a Cristiano, cuando el francés se quedaba solo ante Oblak, y acciones como el gol fallado por Bale, por no mencionar el cabezazo en solitario del francés, que mandó el balón alto. La afición piensa que el Real Madrid disputa la Copa de Europa y los jugadores parecen no darse cuenta de la importancia de cada ocasión perdida ante la portería rival. Es Champions, no se puede perdonar, y a los seguidores no les gustó tanto pasecito dentro del área en vez de buscar el disparo de gol. Quieren más eficacia y menos parafernalia.
Esos errores en el remate obligan ahora al Real Madrid a buscar la victoria frente al Atlético en el Bernabéu sin recibir un gol en contra. Los jugadores han escuchado estos mensajes, dentro y fuera del vestuario. El club se juega mucho en la Liga de Campeones y ahora se encuentra en una situación de no poder fallar. Cristiano, Bale y Benzema deberán intentar la primera victoria sobre el Atlético esta temporada. James el centrocampista goleador, será la bala en la recámara. Los blancos necesitan marcar al menos un gol y defender para no recibir ninguno. Es un reto peliagudo, porque los rojiblancos marcaron en sus tres recientes visitas al Bernabéu, 1-1 en la Supercopa de España, 1-2 en la Liga y 2-2 en la Copa del Rey.
La semana marcará el futuro de la casa blanca. Enfrentamiento difícil con el Atlético en Europa y visita complicada a Vigo en la Liga, cuatro días más tarde. Ancelotti necesita que sus grandes futbolistas se dejen de chicuelinas y rematen de una vez en los partidos importantes. Perdieron 2-1 en el Camp Nou después de desperdiciar buenas ocasiones de Bale y Benzema. La historia del casi se repitió en el Calderón. Ya no habrá más ¡huyyy! a partir del miércoles. O aciertan ante Oblak o se bajan del tren europeo. Y si no mejoran su eficacia, lamentarán tantos errores consecutivos.
La Champions no admite la reiteración en la impotencia. El Real Madrid lo sabe por experiencia. Sus jugadores deben aprender de la historia de quien mejor la conoce, su casa. Del club que la ha escrito más veces y mejor puede relatar los secretos para ganarla. Y Di Stéfano, Puskas, Gento, Muñoz, Marquitos, Rial, Amancio, Pirri, Velázquez, Serena, Raúl, Roberto Carlos, Zidane y Ramos, referentes de las diez Copas de Europa, no ganaron ninguna con pasecitos ni taconcitos para la galería. Los tacones, lejanos. Los trallazos (Di Stéfano, Puskas, Gento, Zidane), cercanos.
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