Coge el toro por los cuernos, que la pandemia no permite favoritismos. El Real Madrid tiene clara su posición ante el coronavirus. Si hay una oferta por cien millones, ese futbolista se vende. Lo hizo Cristiano hace tres años. Los trajo y se fue. Pocos futbolistas valen hoy más de esa cifra. Y cien millones eliminarían la mitad de las pérdidas sufridas en este año y medio de Covid-19.
Con esta premisa, el club tiene planificado muy bien el valor de su plantilla. Hay siete futbolistas que son intocables: Courtois, Militao, Alaba, Kroos, Modric, Vinicius y Benzema. Hay un segundo nivel que solo se vendería por mucho dinero: Valverde y Casemiro, hombres que solo serían traspasados si la propuesta fuera irrechazable. El resto de la plantilla está en el mercado si llega una buena oferta que supere los 50 millones.
La crisis económica provocada por la pandemia ha supuesto que el Real Madrid dejara de ingresar la pasada temporada 200 millones y el club tiene que traspasar y ceder a una decena de los 30 futbolistas que tiene en nómina, incluidos los cedidos que regresan a casa. Desde Asensio a Hazard pasando por Odegaard y Ceballos, el resto de la plantilla está en venta si se produce una buena propuesta económica.
El club tiene una primera lista de transferibles, que forman Isco, Marcelo, Bale, Jovic, Ceballos y Mariano. Tras ellos se encuentra Brahim, que puede cedido o traspasado con derecho de recompra. Reinier y Mayoral se encuentran cedidos al Borussia Dortmund y a la Roma hasta el año que viene, aunque el brasileño no ha jugado en Alemania y se analiza si debería cambiar de club. Kubo volverá a ser prestados por un año. El Mallorca ha vuelto a solicitar la cesión del japonés.
Así es el organigrama del Real Madrid, con esa frase que es norma: por cien millones de euros todo el mundo es transferible, especialmente en la situación económica actual. La casa blanca debe desprenderse de muchos jugadores y no hay prebendas. Ramos y Varane no han renovado y pueden ser las primeras bajas.
Otros temas