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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

La madriditis crónica de la prensa barcelonista

Tomás González-Martín el

Dice la Real Academia Española de la Lengua que la madriditis es una enfermedad que no tiene cura. Los síntomas nacieron en 1956 y se extendieron por media España y cuarto y mitad de Europa, cuando Miguel Muñoz levantó la primera Copa de Europa. La otra media España y los otros tres cuartos de Europa son madridistas porque esos futbolistas les obligaron a serlo con su entrega y su talento, sin complejos. Los síntomas de quienes sufren ese complejo blanco, hasta transformarse en enfermedad, son: envidia supina, admiración encubierta por un equipo que lucha hasta el imposible por conquistar los títulos y odio supremo por ver cómo ese equipo vestido de blanco remonta resultados teñidos de derrota con un sacrificio ejemplar hasta convertirlos en victorias.
El barcelonismo está plagado de esa enfermedad, la madriditis, en su grado extremo. Y la prensa barcelonista deportiva, que no barcelonesa, es el virus de contagio de esa enfermedad. Resulta que durante tres lustros han criticado hasta la saciedad a Florentino Pérez de falta de proyecto y de cubrir esa carencia con los grandes fichajes del mundo. Lo cierto es que les sentó muy mal que Florentino les robara a Figo en su propia cara en el año 2000. Después vinieron Zidane y su golazo en la Novena. Y Ronaldo Nazario de Lima. En 2009 llegó cristiano. En 2013, Bale. Y ahora, dieciséis años después de aquel gol por la escuadra con Figo, critican al presidente del Real Madrid por no fichar a ninguna estrella. Es el colmo de la parcialidad patética de una prensa que solo busca la cizaña y que no ha sabido ni disfrutar de los mejores años de Messi y Xavi, siempre obsesionados con el Real Madrid, centrados en la enfermedad blanca. No parecen barcelonistas, sino únicamente antimadridistas, y ya se sabe que ser anti es el principio de no ser nada.
Critican a Florentino de no fichar porque están nerviosos ante la tensa trayectoria del Barcelona de Bartomeu, controlado por el fair play financiero de la UEFA, que no hace más que fichar jugadores para intentar paliar sus deficiencias. Están nerviosos, los antimadridistas azulgranas, porque La elogiada cantera de La Masia ya es un recuerdo del pasado. Ya no surgen los Xavi, otro gran Puyol, ni el relevo futuro de Sergio Buquets y de Iniesta. Durante veinte años han restregado al madridismo que La Masía era la filosofía. Y ahora observan con enorme preocupación que La Masía está en Valdebebas, de donde salen Lucas Vázquez, Morata, Nacho, Carvajal, Mariano, Mayoral, Marcos Llorente (sobrino nieto de Gento), Kiko Casilla y Jesé.
Los barcelonistas sufren porque La Fábrica blanca de Valdebebas sí funciona. Porque Lucas Vázquez triunfa. Porque Marcos Llorente apunta muy alto. Porque Carvajal es el mejor lateral derecho del planeta y a Luis Enrique no le convence Aleix Vidal y no tiene lateral diestro. Porque Mariano es un nueve que Luis Enrique, como todo técnico, desearía para el futuro. Y sufren sobre todo porque Florentino está tan tranquilo. Porque saben que el Real Madrid posee un plantilla difícil de mejorar. Por eso es campeón de Europa.
Sufren los antimadridistas del barcelonismo porque saben que los fichajes de su Barcelona les ponen muy nerviosos. Digne, Umtiti, Denis Suárez y André Gomes son una incógnita. Sufre los barcelonistas porque vuelve el imberbe Asensio al Real Madrid, tras curtirse en el Español, y demuestra en un partido que es un futbolista de alto nivel. Y el Real Madrid se lo robó al Barcelona por 3,5 millones. Y la reacción de la casa azulgrana fue echar a Zubizarreta, a quien no permitieron fichar a Marco por no poner el dinero suficiente. Pero ya se sabe que los jefes, es decir Bartomeu, nunca fallan. Se echa al teórico responsable, Andoni, y a tapar fallos. Lo grave es que no se tapan.
El Barcelona cometió un grave error con Asensio. Por eso, entre otras cosas, despidieron a Zubizarreta. Y ahora, el barcelonismo vive tenso con una plantilla que no se sabe hasta donde llegará. El Real Madrid no fichó a Gomes porque en casa tenía al propio Asensio, veinte veces más barato. Y cuenta con Isco. Y con James. Y no son titulares. Al Real Madrid le sobra buen fondo de armario y tiene un once titular envidiable. Mientras, el Barcelona no sabe si tiene buen fondo de armario. Por todo ello, la prensa barcelonista carga contra Florentino para desviar atenciones y esconder que el Barcelona no tiene resueltos varios problemas. Porque el relevo de Neymar es Arda. Y el de Alves, que se ha marchado, es Aleix Vidal o Sergi Roberto. Y el de Alba es Digne. Y el de Mascherano será Umtiti. Mientras tanto, en el Real Madrid los cambios están bien planificados: Danilo es el relevo de Carajal. Nacho y Coentrao suplen a Marcelo. Varane es quien rota con Pepe y Ramos, y viceversa. Isco, James, Asensio y Kovacic son el fondo de armario del centro del campo. Morata y Lucas Vázquez son los sustitutos del ataque. Y está Mariano en la reserva. Las comparaciones son odiosas.
Odio siente la prensa barcelonista ante esta cruda realidad. Porque es su club el que tira la casa por la ventana con fichajes que son una duda. Porque ya no pueden decir que el Real Madrid no tiene proyecto, sino que es el Barcelona el que ficha para taponar boquetes. Y el Real Madrid, cuando ficha, es como la española, que besa y ficha de verdad. El Real Madrid cuando ficha, asusta. Nada de contratar para taponar huecos. Figo, Zidane, Ronaldo, Cristiano, Benzema, Modric, Bale, Asensio. Las comparaciones son odiosas, sí.
Hoy, hasta el propio Sergio (Busquets) ha dicho que La Masía debe rendir mejor. Nadie habla ya en el Barcelona de que La Fábrica blanca no funciona. La Supercopa de Europa y la Champions la ganaron los chavales españoles del Real Madrid. Lucas fue decisivo en la Champions con su penalti marcado. Carvajal y Asensio sentenciaron la Supercopa de Europa. Las comparaciones son odiosas, sí.
Por eso, para desviar autocríticas, dicen desde la prensa antimadridista de Barcelona que Florentino se equivoca al no fichar. Para eso han quedado.
Me dicen los doctores que la antimadriditis no se cura. Pobrecitos.

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