Sí, partamos de una realidad: el Madrid pudo equivocarse en el caso Cheryshev. Dicho esto, todo el mundo del fútbol concuerda en dos verdades: alinear a un suplente, en vez de a Cristiano, Benzema o Bale, no es un acto de mala fe, sino un posible error, y por tanto eliminar a un club por un fallo burocrático no puede ser castigado con la eliminación de una competición como si hubieras atracado un banco. Es una legislación excesiva, de tiempos dictatoriales, cuando se veía mala fe por todos los lados, cuando se buscaba meter miedo con escarmientos para que los que estaban en el poder tuvieran la fuerza que no conseguirían con argumentos dialécticos. Hablemos claro: nos pareció enormemente injusto que el Valladolid perdiera aquel partido de Liga ante el Betis por una alineación equivocada. Me ha parecido injusta la eliminación de Osasuna en la Copa por la alineación errónea de Unai García. Y me parecería horrendo eliminar al Madrid por poner a un meritorio, Cheryshev, en vez de a Cristiano. Como me parecería horrible que hubieran eliminado al Barcelona si Luis Enrique mete el otro día, ya con el 6-1, a dos chavales y no hubiera en el once los futbolistas del primer plantel mínimos para disputar la Copa. Lo que es horrenda es la reglamentación, típica de la dictadura.
Dicho todo esto, ver al Cádiz justificar su petición de victoria me parece mezquino. Me parece mezquino que los dirigentes del Cádiz digan ahora que temen que el Real Madrid tenga influencias para ganar el caso ante la justicia de la Federación Española de Fútbol y del Tribunal Administrativo del Deporte, olvidando que perdieron el partido de ida por 1-3. Miren: influencias en la Federación Española de Villar hay pocas, por no decir ninguna. Al revés. Y el TAD no tiene más influencia que la ley. Lo que el Cádiz, que perdió 1-3 en el campo, esperaba es que el Madrid no recurriera, como hizo el Osasuna, que se dio por eliminado. Pero los abogados del club blanco han estudiado el caso en profundidad y el asunto de la notificación personal al futbolista no es baladí. Luego, el TAD eliminará o no al Madrid, pero hay una pregunta que es la más deportiva que se puede hacer: ¿Es justo deportivamente que se elimine a un equipo, que ganó por 1-3 en campo contrario, por alinear a un suplente en vez de a un titular, lo que implica que no existe mala fe? ¡Oiga, que el Madrid no ha metido a Pelé con la ficha de Casemiro, por aquello de que es brasileño y ver si cuela! ¡No, oiga, que ha dejado en Madrid a Cristiano y ha sacado a Cheryshev!
También es mezquino el interés obsesivo de los enemigos de Florentino Pérez por ver eliminado al Madrid. Lo decimos abiertamente: es válido que critiquen al presidente porque piensen que ha hecho una mala gestión futbolística (económica, nunca), porque piensen que hace fichajes y no un equipo, porque no mantiene un esquema de juego en la plantilla ante la falta de una dirección deportiva. Todo eso es aceptable. Son opiniones. Lo que es una ruindad es desear que un equipo que ha ganado por 1-3 sea eliminado para dar un golpe a su dirigente en esa lucha política de algunos medios y periodistas para derrocar a Florentino.
Es mezquino que se quiera eliminar injustamente a un equipo que ha ganado por un asunto menor. Eso es lo que se debería reflexionar. En esas luchas intestinas de poderes y sectores sectarios se ha perdido la máxima: la deportividad. Lo que es horrendo no es alinear por error a un suplente. Lo que es horrible es que el fútbol español no tenga informatizadas las competiciones y no haya una información automática, enviada a los clubes y a los árbitros antes de cada partido, como hace la UEFA, que diga a la Federación Española y a sus árbitros quienes son los jugadores que están sancionados. Con ese informe periódico automático, el colegiado de turno impediría que jugara el Cheryshev de turno. Pero no, el fútbol español está en otros derroteros, en la pelea de mantener el cargo en el poder, en sacar dinero como sea. Todo menos modernizar la competición. Esto también es mezquino.
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