El padre Neymar quiere hacer un Brexit con el Barcelona. Wagner Ribeiro, apoderado del futbolista, también le aconseja aplicar el Brexit con la directiva de Bartomeu, heredera del dimitido Sandro Rosell, que ingenió estas argucias fiscales para decir que Neymar costó 57 millones de euros cuando en realidad ha costado 87 más impuestos, es decir, los 110 que le costaba a Florentino Pérez, que tiene la extraña característica de pagar todo en blanco, y no me refiero al color de su equipo, sino a abonar todos los impuestos. Bicho extraño este Flopper, que paga al fisco todo lo que deba pagar.
Neymar es quien decide. Su padre está enfadado con el Barcelona por la falta, afirma, de protección judicial. Ahora tendrá que lidiar también con la empresa DIS, dueña del 40 por ciento de la ficha de su hijo, a la que engañó. La pagó ese porcentaje del 40 por ciento cuando el precio era de 57. Ahora hay que hacer el cálculo con el coste de 87 millones. ¿O de 110 millones? Eso si que es un Brexit.
Neymar tiene que tomar una determinación. Ribeiro le pide que se marche al Real Madrid, que abona los 192 millones. Los contratos publicitarios de su hijo significarían más de 50 millones por temporada. Papá Neymar también quiere que su hijo deje el Barcelona. El PSG es quien da más dinero al jugador, casi 50 millones anuales de ficha. El United de Mourinho también le reclama. No hay nada que más guste al portugués que hacerle un gol al Barcelona. El Balón de Bronce tiene la palabra. Si se marcha a uno de los tres clubes que están dispuestos a abonar su cláusula, cotizará como Messi y Cristiano, no continuará a la sombra del argentino.
Otros temas
