Doce años ya. Doce años del gran pasillo histórico que el Barcelona, bien aconsejado por Puyol y Rijkaard, hizo al eterno rival en el Bernabéu tres días más tarde. Años después llegarían las miserias mentales de los dirigentes, que no han vuelto a hacer esas cosas que demuestran deportividad tras el trabajo. Solo puede ganar uno y ser segundo o tercero no es un desdoro. El mérito se gana con talento y sacrificio, no con envidias y rencores, como recuerda el himno del Real Madrid como defectos que nunca debes tener.
El club madrileño ha ganado cuatro Champions desde hace seis años y el Barcelona ha tenido varias oportunidades de repetir el pasillo, pero no ha querido, con justificaciones de mal pagador, con mentalidad pobre de un ERTE de comportamiento que trasciende y supera al económico.
Robben y Gonzalo Higuaín certificaron en Pamplona, el 4 de mayo de 2008, la conquista de la trigésimo primera Liga para el Real Madrid. El holandés y el argentino remontaron el gol que Puñal anotó frente a Íker Casillas. El 1-2 permitió al conjunto madrileño celebrar el título en Pamplona, sin Ernest en la grada, sin toros en la cercana plaza, pero con buen fútbol en el Reyno.
Al día siguiente, el 5 de mayo de 2008, doce años justos hace hoy, Puyol manifestó que el Barcelona haría el pasillo al campeón liguero en el clásico que se disputaría dos fechas más tarde. El momento más destacado de la temporada fue ese pasillo que el Barcelona de Puyol y Rijkaard hizo al Real Madrid campeón en el Santiago Bernabéu. El duelo acabó con una goleada por 4-1 del equipo madrileño, que confirmaba su campeonato con Íker Casillas como referente del plantel.
El Real Madrid remataba su título con dos victorias en ambos clásicos, 0-1 en el Camp Nou, el gol de Baptista, y el 4-1 del pasillo en el Bernabéu. Los hechos hablan.
Once meses antes, en junio de 2007, tras ganar una Liga muy disputada, el Real Madrid preparó la plantilla para repetir triunfo en la Liga. Se marchó Fabio Capello y contrató a Bernd Schuster, que había completado dos notables campañas en el Getafe. El club madrileño dio la baja a David Beckham y Roberto Carlos. Contrató a Robben, Sneijder, Pepe y Saviola.
El Real Madrid logró seis victorias en sus primeros siete partidos de Liga y se encaramó al liderato, aunque con el Barcelona pisándole los talones. Quique Sánchez Flores fue destituido del Valencia tras sufrir un golpe del Real Madrid en Mestalla (1-5).
El éxito del equipo madridista comenzó a fraguarse en el Camp Nou, donde un gol de Baptista firmó el 0-1 y la primera de las dos victorias monopolizadoras en los clásicos del curso. Los madridistas dieron un golpe sobre la mesa en un Camp Nou que acabó pitando a su otrora ídolo, Ronaldinho.
El Real Madrid empezó 2008 con ocho victorias seguidas que le consolidaron en la cabeza de la clasificación. Guti realizó esa campaña el mejor partido de su vida, el 7-0 al Valladolid, con dos goles y cinco pases decisivos. Los siete tantos pasaron por sus botas, actor en las siete dianas.
El mal dato de la campaña fue la eliminación de la Champions ante las botas de la Roma de Francesco Totti, que ganó en el Olímpico y en el Bernabéu. En la jornada 25, el Real Madrid perdió en casa ante el Getafe por 0-1, lo que permitió que por última vez en la temporada el Barcelona se acercara a dos puntos. Pero los azulgrana sufrieron dos derrotas seguidas a manos de Atlético y Villarreal, aprovechadas por el Real Madrid para volver a distanciarse en la cabeza. El Real Madrid ganó al Sevilla en el Bernabéu y sentenció virtualmente la Liga, pues el Villarreal, que ya era el rival, estaba a una gran distancia. El Barcelona terminó el año sin títulos al caer en semifinales de Champions ante el Manchester United y en semifinales de Copa ante el Valencia, ambos campeones de estos torneos.
El Real Madrid celebró la Liga en Pamplona y el clásico posterior significó el 4-1 y el adiós de Frank Rijkaard, un caballero del fútbol, que decidió junto a Puyol tomar aquella medida ejemplar. Para el Real Madrid todo eran alegrías. Los madridistas disfrutaron la celebración del título en el Bernabéu con los jugadores del Barcelona haciendo ese reconocimiento al campeón. El 4-1 final no dejó dudas de quién había sido el mejor equipo y el Real Madrid añadió el Trofeo Zamora para Íker Casillas, que delataba su excelente sistema defensivo.
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