Molesta que Cristiano sea un extraterrestre humano. Un mortal superhombre. No es igual que nosotros. Molesta al antimadridismo, que necesita enemigos a los que masticar. El Real Madrid se cuestiona si su buque insignia es de este mundo. Aunque se llama Cristiano y se santigua como el común de los mortales, piensan en l entidad con una importante dosis de coherencia que es de otro planeta. En los 116 años de historia del club nunca hubo un futbolista con este nivel físico a los 33 años. Desde hace dos años, sus enemigos le pasaban la factura de su esperada decadencia y el portugués respondió con dos Balones de Oro, dos premios The Best, dos Champions y dos galardones más como máximo goleador de la Copa de Europa. ABC ha tenido acceso a los secretos de ese estado de forma supremo. Y molesta a sus enemigos este culto al trabajo.
Molesta porque siendo rico suda a diario con un trabajo físico detallado y muy duro que ahora detallaremos en cifras para hacer las cosas bien y ser el número uno. Sí, se siente guapo y es orgulloso, porque nació en una casa de uralita sin el respeto de nadie, salvo el de su familia, pero es un ejemplo para los jóvenes por su sacrificio. Dijo no a las drogas y al alcohol, el que mató a su padre, a esas drogas que han machacado a su familia. Cristiano es un superviviente. Un trabajador que quiso triunfar para sacar a su familia y especialmente a su madre, Dolores, de la pobreza. Muchos de nosotros no lo habríamos conseguido tampoco.
Sus hermanos no lo han conseguido. Los ha sacado él de la pobreza y aún lucha para que no se droguen y no beban, porque como bien saben la droga y el alcohol son enfermedades que nunca se curan, siempre quedan latentes en la sangre y en la mente para recaer. Esa es la penitencia que paga Ronaldo en su vida. Daría mucho dinero de lo ganado por no tener que soportar eso. Se lo aseguro. A uno de sus hermanos le hizo admitir que si ganaba la Champions en Lisboa estaría en Suiza durante tres meses en una clínica para curarse. Ganó y su hermano tuvo que acudir a Suiza. Y le envidian porque trabaja al máximo para ser el número uno. El mejor. Y lo ha conseguido. La penitencia va por dentro.
La penitencia es que él tira de toda la familia. y mamá Dolores ha sido la que ha estado siempre a su lado para que sacara a todos de la pobreza. La que le dijo que no dejara Lisboa, cuando estaba en la Pensao Dom José, donde dormía por pertenecer a la escuela del Sporting de Portugal, y las profesoras y los compañeros se reían de su acento paleto de Madeira. Hoy es el hombre más importante de la historia de Madeira y uno de los más grandes de Portugal. Con su trabajo, su genética y su talento. Molesta por ello. Y por los datos que les vamos a relatar.
Molesta a los envidiosos, porque dice las cosas y las hace, y las consigue, una virtud muy poco frecuente entre los derrotados, que hablan mucho y logran poco, por no decir nada. Molesta el portugués, porque trabaja demasiado. Molesta, porque afirma que alcanzará más récords y los alcanza.acaba de alanzar los diez partidos consecutivos de Champion con goles suyos, nuevo hito, y persigue mejorar su propia plusmarca de 17 dianas en una Champions. Lleva 14. Y da miedo. Le temen sus enemigos irredentos porque saben que es tan bueno que lo puede lograr. Molesta a esos que esperaban su ostracismo. Pues a los envidiosos les aconsejo toneladas de tila, porque piensa jugar hasta los 40 años. Y molesta. Miren por qué molesta. Sus datos biológicos son de miedo. Son el resultado de una labor diaria de entrenamiento al mínimo detalla, hasta crear un cuerpo perfecto para rendir a los 33 como si tuviera 5 años. Pasen y lean.
Molesta a sus enemigos, porque el primer dato de su supremacía física es fundamental: es un cuerpo muy trabajado, muy entrenado. El segundo es la consecuencia: tiene más elasticidad, más músculo y menos grasa que el común de los futbolistas. Estos son los resultados de una preparación física detallada, cuidada, apoyada en una genética especial.
Molesta porque tiene solo un 9,5% de grasa. Cristiano se encuentra en uno de los momentos de forma más finos de su carrera. A sus 33 años, los datos que manejan el cuerpo técnico y los doctores del Real Madrid son tan espectaculares como básicos para encontrar la causa de su rendimiento. El primer argumento biológico es la masa grasa de su cuerpo. La media de los futbolistas de élite es de un 13 por ciento de grasa. El promedio de Cristiano varía entre el 9,5 y el 10,5 por ciento. Tiene un cuerpo fuera de lo normal.
Tiene un 50 m/m tejido adiposo. La suma de pliegues, el tejido adiposo de Ronaldo, es mucho menor que el del resto de jugadores profesionales de primer nivel. La media general de los futbolistas es de 60 m/m. La de Cristiano es de 50 m/m.
Alcanza el 50 por ciento de masa muscular. El Balón de Oro posee una masa muscular superior al de la generalidad de los futbolistas de élite. Mientras la mayoría se queda en unos promedios que rondan el 40 por ciento, el portugués alcanza un 50 por ciento de músculo. Tiene un diez por ciento más.
Molesta porque a los 33 años tiene mucha explosividad, la de un chico de 25. Esa cifra de los kilómetros recorridos en un partido son un cuento chino. Los profesionales del fútbol, los entrenadores y los preparadores físicos, relatan que uno de los grandes datos para la demagogia, muy utilizado en la televisión, es el capítulo de los kilómetros recorridos por un equipo o un jugador individualmente durante un partido. Es un dato que no sirve para nada a los preparadores físicos y a los entrenadores. El dato que ellos valoran «es el nivel de explosividad durante la carrera». En este sentido, Cristiano, con 33 años, es de los más aventajados. Es otro punto culminante de su superioridad.
Molesta porque posee la elasticidad de un joven de 21 años. El gol de chilena es imposible sin la elasticidad muscular del «siete». Los físioterapeutas que trabajan con él definen su elasticidad como la de un jugador muy entrenado que tiene entre 21 y 25 años. «Es un extraterrestre», dicen en el Real Madrid.
Consigue 90 centímetros de salto con un peso de 10 kilos. La potencia de salto es otro de los fundamentos de esa superioridad física que sustenta su calidad. Solo se consiguen goles de chilena como el de Turín con una fuerza en el tren inferior descomunal. Su potencia de salto, parado, es espectacular. Supera en parado, con cargas de peso de diez kilos, el metro de salto sin un esfuerzo mayúsculo. Nunca baja de 90 centímetros en ese salto con diez kilos de carga.
Sí, molesta que Ronaldo sea una «rareza biológica». El Balón de Oro sorprende a los doctores y al cuerpo técnico periódicamente. El paso de los años no se nota en su cuerpo porque Zidane le convenció en enero de 2016 para graduar su explosión de juego y exponerlo todo en los últimos cinco meses de cada temporada. El peso del transcurso de toda una carrera se desvela al admitir por fin que no podía jugarlo todo y todos los minutos con tal de conseguir récords de goles que ya había alcanzado. El francés le hizo entrar en razón. Y ha jugado mejor que nunca. Desde 2016 comienza las campañas en septiembre, como un diésel, y aumentaba sus prestaciones paulatinamente para llegar al cien por cien en diciembre y enero.
Los doctores del Real Madrid analizan que el «caso Ronaldo» es una de las «rarezas biológicas irrepetibles» que se encuentran en su larga vida de ejercicio médico específicamente futbolístico. Se trata de un deportista de 33 años que cada año va mejorando los niveles del curso anterior.
Hoy, tras un estreno de curso muy duro, con una suspensión de cinco partidos, el artillero suma catorce tantos en esta Champions, 22 en la Liga y un total de 39 dianas en 36 partidos. Se ha marcado ese reto de igualar su plusmarca de 17 aciertos en una Copa de Europa. Y lo conseguirá. La penitencia es que molesta por todo ello.