Tomás González-Martín el 03 dic, 2018 Creían muchos que el VAR traería la justicia al fútbol español. No. La realidad es que casi todo sigue igual. Con Villar o con Rubiales, que fue el candidato elegido inicialmente por Villar como sucesor, las cosas no cambian. El miedo al Barcelona, apoyado en el independentismo, es evidente. Y el barcelonismo que demuestran jefes del VAR como Hernández Hernández ponen en duda la honestidad de la competición. Este exárbitro y ahora jefe del VAR ha beneficiado al club azulgrana en dos partidos clave, en el clásico y este último fin de semana frente al Villarreal. No ha ejecutado tres expulsiones que eran muy claras, especialmente la de Luis Suárez frente a Nacho en el Camp Nou y la de Busquets ante Fornals en el último duelo con el Villarreal. El único club beneficiado por el VAR es el Barcelona, pero no porque juzguen sus jugadas y se aplique la Justicia, sino por todo lo contrario, porque el VAR no se aplica sobre el Barcelona cuando las jugadas le perjudicarían ostensiblemente. Ni los colegiados ni el VAR de HH (como si fuera Helenio Herera, extécnico barcelonista) se atreven a imponer Justicia sobre el Barcelona, que es el único equipo realmente beneficiado con este VAR y con la era Rubiales. El Barcelona tiene barra libre con el “Barman”. El VAR no castigo la agresión en forma de patada qué Luis Suárez cometió sobre Nacho en el último clásico. El partido iba a 3-1. A partir de ese momento el Barcelona habría jugado con diez hombres. No sabemos lo que habría pasado. Lo que sí está claro es que a Luis Suárez le tendrían que haber impuesto dos partidos de suspensión que no habría jugado y sí los disputó. La comparación con los cinco partidos de sanción impuestos a Cristiano por agarrar a De Burgos Bengoetxea del cúbito y del radio es indignante. Indigna aún mucho más cuando este último fin de semana Piqué dio un manotazo en la cara a Gerard Moreno que no se castigó con nada en el partido frente al Villarreal. E indigna todavía mucho más que Busquets diera una patada y un manotazo a Fornals, jugador de Villarreal, que caía por el suelo tras una falta del catalán, y tampoco viera la tarjeta roja en dos acciones que merecerían unos cuántos partidos de suspensión. Sin embargo, hace un año, Cristiano vio cinco partidos de castigo por una tontada, por sujetar a un colegiado por el brazo un segundo. El VAR sí está para juzgar las acciones graves y estás expuestas sí lo son porque cambian las directrices de un partido de manera importante. El beneficio hacia el Barcelona es muy evidente. Ayer Piqué y Busquets debieron ser expulsados, un hecho que no solo habría afectado a su partido con el Villarreal sino a las siguientes jornadas. Y aquí no pasa nada. Ni los colegiados ni el VAR ven ni quieren ver nada. Se esconden. ¿Por qué? Señor Rubiales: ¿Para qué existe el VAR? ¿Solo para algunos equipos? ¿El Barcelona está exento del VAR? Otros temas Comentarios Tomás González-Martín el 03 dic, 2018
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