Lleva veinticinco años en el Real Madrid, dieciséis en el primer equipo tras debutar el 12 de septiembre de 1999 en San Mamés. Es difícil para Casillas decir que se va a otro club tras toda la vida en la casa blanca. Pero es ley de vida. El Madrid busca un guardameta para una década, que supla al mito que ha ocupado ese puesto durante más de tres lustros. Le ha expuesto al capitán con claridad que desea fichar a De Gea. Y que será el portero titular en cuanto venga. El club le dijo a Íker que en los dos últimos años de su contrato, que finaliza en 2017, le daría la carta de libertad para marcharse si así lo quería, en reconocimiento a su excelente trayectoria. Recibió consejos para irse, porque la entidad no quería revivir el duelo mediático soportado con Diego López y el propio Casillas. Tampoco es agradable verle en la reserva después de tantas temporadas al frente del equipo. Y el madrileño ha aceptado por fin una oferta, la de Lopetegui, la del Oporto. Pero solo se irá si el club luso aporta al menos la mitad de su ficha en dos años, que asciende en total a 13 millones netos, 26 brutos, y si el cancerbero ayuda con una reducción de salario. El Madrid está dispuesto a aportar su parte, pero no a ser quien más pague.
Todo depende ya de la franqueza del club luso y de la decisión del guardameta, que no parece dispuesto a rebajar sus emolumentos. Si el Oporto juega a poner poco dinero porque piensa que el Real Madrid cederá con tal de quitarse a Íker de encima, está equivocado. El club español no va a pagar, por ejemplo, doce millones por conseguir esta operación. Lopetegui deberá hablar con sus dirigentes para que abonen como mínimo trece de los veintiséis millones brutos, incluidos impuestos, que significan el contrato del portero. Y Casillas tendrá que realizar un pequeño esfuerzo, porque se llevará el cien por cien de los derechos de imagen, que en el Real Madrid tiene compartidos con el club.
Hay mucho tiempo para alcanzar un acuerdo. El mercado se cierra el 31 de agosto. Todo puede dirimirse en unos días, si Casillas no quiere viajar ya a Australia y China con la plantilla madridista, o retrasarse mes y medio. Si todas las partes no ceden, no habrá entente. Deberán aparcarse tensiones anteriores y hablar con sinceridad si de verdad se desea realizar el cambio. Cutropia pide facilidades al Real Madrid. Las habrá. Pero el Oporto debe poner más dinero y Casillas ceder una pequeña porción económica. Si no se producen concesiones por las tres bandas, no se logrará el fichaje.
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