La llegada de Zidane al primer equipo del Real Madrid ha demostrado que el fútbol es un estado de ánimo. De nada vale tener a Cristiano, James, Kroos, Bale, Modric y Benzema si los jugadores y el entrenador son recibidos con silbidos y la tensión impide surgir esa calidad. Zizou ha plasmado la importancia de ser un mito. En el instante que fue nombrado, la afición dejó de pitar al equipo y se ilusionó como si el Madrid fuera a jugar con aquellos regates que el francés selló para la historia de la belleza del fútbol.
Zinedine tiene un aura de sabiduría que impone al seguidor. Y la claridad de sus ideas conquista. nada más estrenarse dijo que no impondría normas de ataque en el equipo. Bale por la derecha, Isco o James por la izquierda y a jugar. Él fue un grande y sabe que a los buenos futbolistas hay que dejarlos actuar con su ingenio, sin partituras. Las nomas son para presionar y defender. Y en esa libertad de acción escondía la penetración de Carvajal por la derecha, como extremo, para ganar con Bale otro rematador. eso no estaba escrito, pero sí hablado y pactado. Listo este tipo.
El entrenador ha recuperado a Isco como titular para hacerle olvidar las tentaciones de la Premier y desplegar su magia. Le rotará con james, que es su actual objetivo. quiere que el colombiano sea el mismo que la temporada pasada anotó 22 goles, los mismos que Bale. Recuperemos al soldado James. Es el mejor centrocampista ofensivo de plantel. Con su aportación el equipo tendrá todas las opciones para ganar los partidos complicados. Le falta el rendimiento del diez. y en la casa se piensa que con James a gusto no se habrían perdido, por lo menos, los dos puntos de Gijón y los dos de Mestalla. pero el suramericano ha estado apartado, marginado. Y se ha notado en su funcionamiento, a disgusto, sin contar como hombre importante para Benítez, que siempre le cambiaba a la hora de juego, en una demostración palpable de que no le quería. Si James regresa al buen fútbol, el Madrid dará otro salto adelante.
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