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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Blatter, el Balón de Oro de Cristiano es alargado

Tomás González-Martín el

Blatter (presidente de la FIFA) Platini (presidente de la UEFA), Valcke (secretario general de la FIFA) y Chung Mong-Joon (exvicepresidente de la FIFA) han sido suspendidos y condenados (el surcoreano) por corrupción y actuaciones criminales al frente de los dos organismos más potentes económicamente del fútbol mundial. ¿Y que tienen que ver estos individuos con el Real Madrid? se preguntará el aficionado del Real Madrid. Afortunadamente nada. Pero la burla grotesca que Joseph Blatter hizo de Cristiano Ronaldo hace dos años en Gran Bretaña, bailando como Chiquiliquatre y riéndose de su peinado dejaron claro que el máximo responsable de la FIFA estaba chocheando, desenfrenado. No era un hombre para dirigir el fútbol mundial.

Por primera vez en su larga historia de 113 años, el Real Madrid tuvo que enviar una carta al presidente de la FIFA para exigirle una gran rectificación por su menosprecio al que sería elegido por segunda vez mejor futbolista del mundo unos meses después. En efecto, Ronaldo recibió su segundo Balón de Oro en enero de 2014. Y Blatter tuvo la cara de acudir a entregárselo después de decir al Real Madrid que no había intentado menospreciar al portugués. En la FIFA pasaban vergüenza por las excentricidades de su dirigente. Ya no estaba para dirigir nada, lo tenían claro. Seguía ahí, todos lo sabían, para proteger y mantener la concesión de los Mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Qatar. Para taponar la investigación de la venta ilegal de contratos televisivos y entradas en Suramérica y Asia. Para esconder, en fin, toda la traa corrupta que es la FIFA.

En la sede de la FIFA nunca habían sufrido ningún ridículo tan mayúsculo, reconocían al Real Madrid. Blatter también tuvo que otorgar al luso el tercer Balón aúreo de su carrera en enero de 2015, cuando el dirigente suizo ya estaba tocado, camino del hundimiento. Al final, fue aquella pantomima que hizo sobre Cristiano la que le colocó a los ojos del mundo como un vetusto directivo pasado de años y fuera de la normalidad. Aquella imagen bailando le hizo más daño que toda la corrupción latente por la concesión fraudulenta de Copas del Mundo y de la venta de contratos televisivos y de entradas con precios irrisorios que después se revendían por astronómicos.

Cristiano tenía una fuerza muy alargada, extensa, potente. El menosprecio que le hizo Blatter le ha pasado una factura muy cara al hoy expresidente de la FIFA. Su Balón de Oro fue un golpe de peso sobre la cabeza del helvético. Eligieron a Cristiano el número uno aunque el jefe de la FIFA votaba por Messi. Es ese manejo constante de los premios, de los Mundiales, de las televisiones y de la venta de paquetes de entradas la enorme causa que ha condenado a Blatter al ocaso.

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