Está mal que usted, señor Cardenal, dícese ministro del deporte español, se ponga como juez supremo y dicte sentencia en favor del Barcelona mucho tiempo antes de que el juez Pablo Ruz culmine sus investigaciones y emita el veredicto sobre el caso Neymar. Se posiciona usted, señor Cardenal, en un litigio que ha dejado claro que el club azulgrana cometió un delito muy grave por impago de trece millones de euros a Hacienda. Usted, señor Cardenal, opina que el juez Ruz no debió llevar este caso a la Audiencia Nacional, porque no lo considera grave. Usted sabrá. Lo que no debe hacer usted es asegurar que todos los clubes hacen lo mismo que el Barça. Ahí ha pinchado en hueso y le ha salido un cardenal muy morado en la carne.
Sabe usted que su defensa al Barcelona calienta el típico y tópico duelo Real Madrid-Barcelona. Sabe usted muy bien que desde la caverna mediática barcelonista, que no barcelonesa, se ha dicho que todo el caso Neymar lo ha provocado Florentino Pérez. Y sale usted a echar leña al fuego, haciéndole el juego a esa caverna y dice que todos los equipos, y por ende el Real Madrid, hacen lo mismo. Pues demuéstrelo, porque en la entidad madridista ha sentado muy mal echar la porquería a todos y especialmente al Real Madrid, cuyo presidente, y esto es una verdad demostrable, paga todos los impuestos de sus futbolistas al céntimo, sin dejar pasar uno. Florentino Pérez siempre ha tenido como máxima pagar todos los impuestos bien claritos ante Hacienda, tanto de los jugadores como de los derechos de imagen. Es un enemigo acérrimo de las clásicas cuentas B, nunca admitió ni mencionarlas. Miguel Cardenal ha abierto la duda contra todos y eso molesta al Real Madrid porque Florentino Pérez siempre ha sido fiel cumplidor ante el fisco español.
Ha sido un error, señor Cardenal, ensuciar a todos. El Atlético de Madrid no tuvo esta defensa institucional, como ahora la tiene el Barcelona, cuando fue castigado judicialmente con el pago de la compra del club, 12 millones de euros, cantidad que Jesús Gil no abonó verdaderamente en 1987. ¿Por qué sale usted, señor Cardenal, a defender ahora a quien no paga a Hacienda?. ¿Y por qué señala a todos con el dedo?.
El Real Madrid tiene claro que Cardenal no es quien para señalarle, aunque sea en una opinión general. Debe tener cuidado usted, porque juega con pólvora oficial y aquí hay muchos buitres esperando. El ministro del deporte español alimenta la argucia de que todos, el Madrid entre ellos, también hacen lo mismo que el Barcelona. Ya puede usted probarlo. ¿Y por qué no actúa el CSD, si eso es verdad, para investigar a todos los clubes?
Hay un punto de partida en todo el caso Neymar. ¿Recuerda usted, señor Cardenal, que dimitó Rosell? Sería por algo. Pero usted ya ha juzgado que el Barcelona no ha hecho nada grave. Y que ha hecho lo mismo que todos los clubes. Vaya tela. De juicio.
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