Durante nuestra estancia con las tropas en Afganistán en 2013 pudimos comprobar cuán importante era el empleo de aviones no tripulados para la inteligencia y la protección. En aquellos dÃas escribimos la historia «UAV: la guerra no tripulada de España en Afganistán», paÃs donde el Ejército español desplegó tres modelos de «drones»: el Raven 11B, de corto alcance; el ScanEagle, de la empresa de Boeing Insitu; y el Searcher MK-III J, de mayor alcance y joya de la corona del Ejército en lo referido a la guerra no tripulada.
Como reflejo de la importancia que año a año gana la región del Sahel, la guerra no tripulada comienza a desarrollarse en esta vasta zona donde las fronteras son porosas: raÃz del problema de inseguridad y desestabilización en paÃses como MalÃ, NÃger, Mauritania o Burkina Faso. Digamos que la influencia militar ejercida en Afganistán gravita ahora hacia esta región, en lo referido a los paÃses europeos con Francia a la cabeza.
Por el momento solo con capacidad de reconocimiento, el Ejército francés ha desplegado en una base del vecino NÃger un primer sistema de drones Reaper MQ-9 (Block 1), formado por dos vectores (aviones) y un sistema de control y guÃa. Insistió el Ministerio de Defensa francés que estos aviones no portan bombas.
Por su parte, EE.UU. también estableció en febrero de 2013 una base de «drones» en NÃger para operar en el Sahel, con el consiguiente despliegue de 120 militares del Ejército del Aire. Sus operaciones son «top secret» por parte del Pentágono y el Africom.
¿Y España? Hasta ahora desconocÃamos que nuestras tropas empleaban un sistema no tripulado también en MalÃ. Es el Raven 11B (en la imagen de cabecera de este texto), es decir, nada que ver con los desplegados por Francia y EE.UU. en la región. Es más modesto, sirviendo para controlar y supervisar áreas mucho más reducidas.
Asistimos a un ejercicio nocturno conjunto entre el Ejército español y el maliense. Son 36 malienses del 33 Regimiento Paracaidista con base en Bamako, antigua guardia presidencial, un regimiento de élite que se entrena ahora en una misión de extracción de un individuo ligado a Al Qaida de una vivienda. Todo el ejercicio será monitoreado desde la plataforma del Raven 11-B, cuyo zumbido al ser lanzado percibimos. Es uno de los usos que se le da a este avión no tripulado español («made in USA», por cierto) en MalÃ.
¿Otras misiones? Nos apuntan a acciones de vigilancia puntuales. El Raven 11-B tiene una envergadura de 1,4 metros, una longitud de 0,9 metros y pesa 1,9 kilos. Además tiene un perÃmetro de alcance de 10 kilómetros. Dispone  en el morro de dos cámaras con visión frontal y lateral, panorámica, picado y zoom electrónicos. La autonomÃa es de hasta 110 minutos, alcanzando una altura de entre 30 y 305 metros.
La incógnita es si el Estado Mayor de la Defensa decidirá trasladar también a Malà la joya de la corona de la guerra no tripulada española: el  Searcher MK-III J (fabricación israelÃ), conocido como el «Armadillo». Cuando se decida a ello, será ya definitivo que el interés ha gravitado hacia el Sahel, el vasto mapa difuso donde pueden aparecer los nuevos estados fallidos.
Otras historias de la serie:
EUTM Malà (I): La importancia de la lucha cuerpo a cuerpo
EUTM Malà (II): Cuando la artillerÃa es cuestión de… ¡matemáticas!
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