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Blogs Por Tierra, Mar y Aire por Esteban Villarejo

Armas “anti-IED” de las tropas en Afganistán

Esteban Villarejo el

Cuatro son los principales artilugios tecnológicos a disposición de las tropas españolas en Afganistán para combatir la mayor amenaza que se encontrarán en el repliegue, vía terrestre, de la provincia de Badghis al aeropuerto de Herat: los artefactos explosivos improvisados (IED, en sus siglas en inglés). Un repliegue cuyo grueso se realizará la próxima primavera.

Vehículos “Husky”, brazos articulados y rodillos para instalar en los vehículos RG-31 y detectores manuales con tecnología GPR. He aquí algunas características de cada uno:

1. Vehículos “Husky”

 

El Ejército de Tierra adquirirá seis vehículos “Husky” 2G para ser desplegados en Afganistán. Vehículos como el de la imagen -aunque ese pertenece a la US Army, que realizó ejercicios contra minas en el campo de maniobras de San Gregorio (Zaragoza)- están equipados con un radar de penetración terrestre que detecta minas (panel frontal Visor) y ofrece las imágenes en un escáner de alta resolución sobre posibles anomalías en el terreno. El panel detecta cambios en las propiedades electromagnéticas de los materiales del subsuelo.

Fabricados por la empresa estadounidense NIITEK (“Non-Intrusive Inspection Technology”) y comercializados en España por la empresa Eleycon 21 costarán 12,76 millones de euros (cursos de instrucción, mantenimientos incluidos), importe que saldrá del presupuesto especial para operaciones en el exterior. Tiene espacio para conductor y tirador, siendo capaz de resistir detonaciones de minas sin que la estructura sufra daño.

2. “Question arm” o brazo articulado

 

 

Los brazos articulados (“question arm”, en inglés) serán adaptados a los vehículos RG-31 españoles desplegados en Afganistán. Una vez detectada una mina este brazo manipula y trata de desactivar el explosivo. El Ejército de Tierra podrá contar con hasta cuatro unidades. Estos “question arm”, como son conocidos por el Ejército estadounidense forman parte ahora de los vehículos Buffalo (en la imagen). España ha optado por su adaptación a los RG-31.

3. Rodillos para los RG-31

 

 

Tienen una función de apisonadora de alta resistencia. Así, en vez de explosionar al paso del vehículo el IED se activa con el rodillo, que si sufre graves desperfectos es reemplazado por otro. En su parte posterior dos antenas detectan minas que puedan detonarse con el contacto con un cable. Este sistema mide 2,7 metros de anchura, lo que permite adaptarse a las medidas de un RG-31 “Nyala”. El importe de los rodillos asciende a algo más de un millón de euros.

4. Detectores manuales con tecnología GPR

 

 

Los detectores manuales con tecnología GPR (Ground Pentrating Radar) son otro recurso para la limpieza de rutas: “Un transmisor dispara una señal electromagnética, la que comienza a propagarse por el subsuelo. Mientras este se mantenga homogéneo en su composición, la señal continuará propagándose en forma inalterable. Al encontrarse la señal con un cuerpo extraño (un IED, por ejemplo), parte de su energía rebota hacia la superficie, la que es capturada por un receptor, el que determina, entre otros parámetros, el tiempo que estuvo en viaje la señal, la intensidad de la señal de retorno y el ángulo de su trayectoria”, explican fuentes expertas en tecnología GPR.

Hay que recordar que las muertes por IED llegaron a ser la principal causa de muerte de los militares de la coalición. Por ejemplo, en 2009 llegó a representar el 61% de las muertes, según los datos proporcionados por la organización icasualties.org. Tras el empleo de estas tecnologías en los últimos años las muertes se han reducido hasta el 42%, habiendo muerto en lo que va de año 128 militares, frente a los 252 del pasado año.

 

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