El blindado 8×8 Dragón, programa industrial estrella del Ejército de Tierra, avanza con nuevas adjudicaciones sobre su torre de armamento o radio de combate y otro préstamo aprobado por Hacienda por el cual el Ministerio de Industria financiará con otros 1.208 millones de euros el programa durante el periodo 2020-2024.
A esta cantidad hay que sumar otros 50 que fueron aportados ya en diciembre de 2020 a la empresa Tess Defence, formada ‘ad hoc’ por las cuatro principales empresas encargadas de este proyecto: Santa Bárbara Sistemas, Indra, Sapa y Escribano.
El objetivo es fabricar 348 vehÃculos blindados hasta 2030. Las primeras entregas se esperan para finales del próximo año, en un programa cuyo contrato fue suscrito por un importe de 1.740 millones de euros.
Los avances se están dando por parte del Ministerio de Defensa y la empresa Tess Defence. Algo que demandaba el Ejército de Tierra tras ver posponer este programa durante los últimos años y tras su acuciante demanda para sustituir a su flota de vehÃculos blindados BMR, con una edad operativa que alcanza ya los 40 años.
El primer avance fue la adjudicación el pasado 21 de junio de la torre de armamento remota de 30 mm a la empresa española Escribano, que fue incluida en mayo de 2020 en el proyecto y como parte de la empresa constructora Tess Defence.
Recurso de Pap Tecnos
Sin embargo, la decisión de adjudicar las 219 torres (el resto de esta primera tanda de vehÃculos no la precisan) vino con cierta polémica pues una de las favoritas que aspiraba al contrato, valorado en algo más de 200 millones de euros, recurrió la semana pasada esta adjudicación.
Pap Tecnos, filial española de la compañÃa israelà Rafael, decidió recurrir la decisión pues a su juicio «resulta contraria a Derecho porque se han infringido de forma manifiesta e insubsanable las normas y principios del procedimiento de selección del suministrador y, adicionalmente, la torres remotas de 30 mm seleccionadas incumplen de manera manifiesta los requerimientos técnicos exigidos en el procedimiento, poniendo en riesgo el programa y la seguridad de los usuarios».
Esta disputa industrial -«lógica» en este tipo de concursos, según una fuente consultada conocedora del programa- puede poner en entredicho uno de los requisitos fundamentales del Ejército de Tierra para el vehÃculo blindado 8×8 Dragón: la integración del misil anticarro Spike, cuyo proveedor es precisamente la compañÃa israelà Rafael.
«La torre seleccionada es un producto todavÃa en fase de desarrollo, sin certificar el blindaje, unos sistemas electrópticos que serán reemplazados y una inexistente integración del misil Spike, elemento crÃtico y exigido por el Ejército de Tierra que se exige en los documentos de la solicitud de oferta facilitados por Tess Defence a los licitadores», estimó la empresa en un comunicado.
Desde Escribano se defiende la madurez de su torre y el hecho de que haya pasado las pruebas oportunas con el Ejército de Tierra.
Contrato de la radio
Tomada la decisión de la torre de armamento, el Ministerio de Defensa adjudicó el pasado jueves la radio de combate vehicular, siendo otorgado el contrato a la empresa israelà Elbit, aliada con las españolas Telefónica y Aicox.
Esta adjudicación a un producto tecnológico israelà fue en detrimento del grupo español OesÃa o la solución europea de la radio francesa de Thales, que iba aliada con la empresa española Indra. Se da el hecho de que la radio que se ha elegido -basada en la familia E-Lynx- no cumple el pliego del contrato por no ser ESSOR, programa europeo que define y desarrollar la arquitectura del software básico de las radios tácticas.
Tras estas dos adjudicaciones claves, desde el Ejército se espera que se resuelva la integración del misil Spike en un futuro, gran preocupación en estos momentos, y que ello no suponga un retraso adicional en el proyecto.
EspañaIndustria de Defensa