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Blogs La polvera por Teresa de la Cierva

Un champú que estimula el crecimiento del cabello y puede que retrase las canas

Un champú que estimula el crecimiento del cabello y puede que retrase las canas
Teresa de la Cierva el

No hace falta que os diga que llegada esta época del año, se nos cae más el pelo. Y se nota especialmente porque, durante el verano, el sol estimula el crecimiento (como sucede con las plantas), como una (muy bienvenida) forma de defensa frente a la radiación! El cabello crece más rápido, gana volumen… Pero ese “pelazo” es sólo un (efímero) sueño de verano.

Llega el otoño, las temperaturas se suavizan, caen las hojas, y…el pelo!

Se trata de un fenómeno natural, que sucede tanto en hombres como en mujeres, y no debe preocuparnos mientras esa caída sea moderada.

Para medirla, basta con realizar la prueba que me enseñó Patrick Phelippeau, director de marca Jean Louis David: “Si os pasáis la mano por la cabeza varias veces seguidas, colocáis todo el cabello recogido en un folio blanco, y hay más de 15 pelos, significa que padecéis caída estacional, y conviene detenerla”.

La pregunta del millón es: si es un fenómeno natural, ¿por qué tenemos que tomar medidas para frenarla? Porque si alimentamos la raíz, evitaremos que se vuelva más fino o una caída demasiado abundante.

¿Qué producto utilizar? Hay cientos de cosméticos en el mercado, y muchos muy buenos, pero a mi me gusta especialmente el Champú de Cebolla de Nuggela & Sulé!

 

(19,90 €, en farmacias, parafarmacias, herbolarios, Bodybell y Le Petit Salón. No es barato, lo sé, pero ya veréis que cunde muchísimo!).

 

Los que me seguís en EsRadio me habréis escuchado anunciarlo mil veces, pero no ha sido hasta ahora, un año más tarde, cuando me he lanzado a escribir este post.

Y no porque no fuera fan desde el principio, que lo era por todos los datos de resultados que me enseñaba Adolfo Remartinez, su creador, y por las loas que escuchaba de todos mis compañeros de radio.

Pero quería esperar a usarlo, a regalarlo y recibir el “feed back” de mis “conejillos de indias”, e incluso escuchar los veredictos de otras periodistas de belleza.

El impacto ha sido brutal. Puedo decir, ya sin ningún pudor (por aquello que antes me pagaban por decirlo…), que este champú cumple lo que promete: estimula el crecimiento del cabello!!!

De todas las personas que lo han usado, no hay ni una que no haya notado el pelo más grueso, más fuerte y con más brillo.

 

 

Pero ojo: no tiene ninguna molécula anti-caida, tipo minoxidil, porque el objetivo no es la alopecia. Su misión es la de ser el  champú habitual de cualquier persona  que quiera  mantener el pelo bien alimentado, para que no se debilite, afine y caiga.

El principal ingrediente es el extracto de cebolla roja (un remedio que ya se usaba en la Antigua Grecia para el cuero cabelludo y el pelo), que oxigena el bulbo y, por tanto, hay una mejor nutrición del folículo piloso.

El segundo es el glucógeno marino, una sustancia que hace de “gasolina” durante la fase de crecimiento del pelo (para que visualicéis la fuerza que tiene, se extrae de la membrana responsable de la apertura de los moluscos, y pensad un momento lo que cuesta abrir una almeja, por ejemplo….).

El tercero son las sales del Mar Muerto, que aportan los minerales que activan el riego sanguíneo.

Y muy importante: ¡no huele a cebolla!

Algunos dicen que este champú es poco “cosmético”, y es cierto, porque hace poca espuma, pero es un buen síntoma, ya que significa que no tiene apenas tensioactivos. Es una fórmula muy concentrada (con muy poco producto basta), y tiene su “modo de empleo”: aplicarlo sobre las manos, no directamente en el cabello, trabajar sobre la raíz durante tres minutos, y dejar que el resto del pelo se limpie con la espuma que va cayendo por medios y puntas, sin añadir más champú. Y repetir el proceso una segunda vez!

Aunque os parezca un rollo, el masaje en los lavados es clave porque la piel en la está implantado el cabello es muy fina, y si no se estimula de alguna forma, tiene tendencia a perder su movilidad y a fijarse progresivamente al cráneo, lo que hace que no se produzca una buena circulación, y el pelo se debilite y caiga!

Y aunque el segundo lavado os dé pereza, también tiene su razón de ser: el primero limpia, y el segundo, con el cuero cabelludo libre de “barreras”,  es el que sirve de activador.

¿Peros?

Unos pocos han notado que se les oscurece el pelo, que puede pasar. A una de mis hijas, sin ir más lejos. Tiene el pelo fino y claro, como las nórdicas, y dejó de usarlo porque le importaba mucho más seguir siendo rubia, que tener el pelo mas grueso (que lo llegó a tener). Esto, que es una desventaja para ella, es una ventaja para los que están empezando a “peinar” canas. 

El motivo de que esto suceda –y lo están estudiando seriamente en el laboratorio- , es que las canas salen por falta de energía del folículo piloso para poder separar las moléculas de hidrógeno y oxigeno generando peróxido de hidrógeno (comúnmente llamado agua oxigenada, es decir lo que se utiliza para decolorarse el pelo).

Según me contó Adolfo Remartinez, si mantenemos el folículo piloso enérgico para que la encima de la catalasa pueda descomponer esta agua oxigenada, estamos retrasando la aparición de canas.

Por otro lado, en cabellos que ya las tienen, si volvemos a aportar la energía suficiente para que esa molécula extra de oxigeno no se acumule y forme peróxido de hidrógeno, el cabello, en el siguiente ciclo capilar, volverá a cargarse de melanina, y a crecer de su color habitual.

¿Estamos ante un retardador de las canas? Nuggela & Sulé lo está investigando

 

 

Más cosas:

La mayoría de las personas que conozco que lo han usado aseguran que no necesitan acondicionador después, pero yo me siento desnuda si no lo hago (¡además de que el masaje enreda el pelo!). Para las que les pasa como a mi, el SuprAcondicionador Imperial Nuggela & Sulé, suma 3 minutos más de tratamiento estimulador y además cumple con su papel habitual de facilitar el peinado y nutrir el cabello.

 

 

(16,90 € en farmacias, para farmacias y herbolarios)

Si queréis un tratamiento más intensivo en esta época del año, la firma tiene unas Ampollas Premium, que se aplican sobre el cuerpo cabelludo y se dejan actuar, por lo menos 8 horas, para que trabajen a plena potencia. Y hay que usarlas 2 o 3 veces por semana (cada ampolla da para 3 aplicaciones), y como mínimo, 12 ampollas, repartidas en tres meses. Es un rollo, lo sé (yo no las he usado por pereza), pero la buena noticia es que no ensucian el cabello, y no hace falta lavarse el pelo con cada uso!

 

(4,95 € cada una)

 

Conclusión (que vaya rollo os he metido!!): esta línea es válida para todos los cabellos con problemas de caída estacional, o por estar desvitalizados, finos, o envejecidos.

¿Cuándo tienen que saltar otras alarmas? Cuando la caída deje todos los días su rastro en el cepillo, la ropa y la almohada. Según cuenta Sergio Vañó, el especialiasta en alopecias del Grupo Pedro Jaén, si trascurren seis semanas y la melena sigue perdiendo pelo, significa que la caída va más allá de cambio de estación, y hay que consultar con un dermatólogo (y éste, por si os interesa, es uno de los mejores!).

 

Pelo

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