¡No sin mi ghd!
Soy una fan declarada de la ghd. He probado muchas planchas y tenacillas en mi vida, y muchas me han conquistado, pero al final, siempre vuelvo a mi ghd.
Y no es por “marquista”. Con la cosmética no soy, y tampoco lo soy con esto.
Es porque no cabe duda de que, además de mucho (y buen) marketing, estas herramientas tienen mucha (y muy buena) tecnología detrás.
Y cada modelo que sacan al mercado, me gusta más que el anterior.
La última en salir, ghd Platinum, ha conseguido lo imposible: hacerme confiar (creer todavía son palabras mayores) en que, no solo no me lo van a estropear, sino que me lo van a cuidar!!
“Lo tendrás mejor usando ghd Platinum, que no usándola”, me asegura Alberto Sanguino, el estilista y formador de la firma. “Al cerrar la cutícula del pelo, estará más protegido ante las agresiones externas (frío, polución, viento, sol…). El cabello pulido sufre menos”.
¿Y no se daña con el calor? “Desde que lanzamos ghd Eclipse (el modelo anterior) utilizamos una temperatura fija de 185ºC –el resto de las planchas del mercado suelen llegar hasta los 235ºC- porque no es cierto que a mayor temperatura el pelo se alise más rápido.
Nuestra investigación demostró que, con un calor más bajo pero constante, conseguimos y de una sola pasada, el rizo o liso deseado, tanto en pelo fino, grueso o incluso afro”, aseguran. “No tiene sentido trabajar por encima de la temperatura óptima de alisado ya que lo único que aumentamos es el daño”.
Logran mantener ese calor constante con una tecnología patentada de seis sensores inteligentes (tres dentro de cada placa), que evitan que se pierda el calor durante el peinado.
Además las placas son más finas y el calor se transmite mejor, por lo que se pueden trabajar mechones más gruesos, acelerando el proceso de peinado.
También tiene un aislamiento de aerogel que mantiene el cuerpo exterior más frío al tacto (¡que bien le habría venido esto a una amiga, que se quemó la piel sensibilizada de la cara tras un lifting, por el calor que desprendía su plancha al alisarse el pelo!!).
Según los profesionales de la firma, todo esto hace que la ghd Platinum reduzca la rotura de cabello en un 50% (al estar la cutícula sellada, el pelo se parte menos), y prevenga la pérdida del color (a 230ºC el color se estropea).
Y les ha costado 2 años y medio de trabajo, 166.000 horas de investigación, 60 científicos, y millones de pruebas con robots, pasando su nueva platinum a diario en pelos de todos tipo (finos, gruesos, secos, rizados…).
La ghd Platinum sustituye a su antecesora (ghd Eclipse), y por solo 4 euros más, suma un diseño más redondeado (para mi es más fácil hacer rizos con ella) y un eje mejorado para que sujete las placas y las alinee (hasta ahora podían sufrir pequeñas desviaciones, haciendo que los mechones se escaparan). Con esto último, que parece una bobada, se evita que hagamos mucha presión sobre el cabello (y lo castiguemos más de lo necesario) y es clave para que se deslice bien (y el pelo tenga más de brillo).
Además de lo dicho, tiene el “sello” de la firma: bordes redondeados para poder crear rizos y ondas (además de alisar), voltaje universal (se puede usar en cualquier parte del mundo), cable giratorio y largo (2,8 m) para poder manejarla cómodamente (muchos peinados requieren mucha habilidad y juego de muñeca), placas basculantes (se deslizan más fácilmente sobre el cabello que las fijas), protector de placas para poder guardar la styler sin esperar a que se enfríe y evitar que se dañe con otros objetos (así os durará más tiempo la “inversión”) y desconexión automática tras 30 minutos de inactividad (fundamental para mi, que se me olvida apagarla la mitad de las veces).
El precio se las trae -249€ (en la web y peluquerías)–, pero si echamos la cuenta de las visitas a la peluquería que nos ahorramos con ella, salen los números!!
Yo quiero creerles. ¿Y vosotras?
Pelo