“La pelu del ‘final feliz’ nos llaman porque todo el mundo sale contento”, cuenta entre risas Rogelaine Tomé da Costa, propietaria del salón, Rogelaine Lifestyle, y probablemente la mujer que más sabe acerca de técnicas para “domar” el pelo (desde 2012 ha realizados más de 30.000 alisados y tratamientos similares). “A diario atendemos de media a 20 clientes, de los cuales más de la mitad piden cambios de forma”, me cuenta.
Y estos incluyen queratina, alisado, “lifting” capilar, ácido hialurónico, taninoplastia, enzimoterapia… En este salón trabajan todos los sistemas que hay en el mercado para modificar la forma o textura del pelo.
Rogelaine es brasileña (casi todo su equipo también), y la obsesión por el alisado lo llevan casi en su ADN (de su país salieron las primeras queratinas que llegaron a medio mundo). Por eso, a pesar de juventud, tiene una larga experiencia en este campo, y tiene muy claro que “no todo tratamiento con keratina recupera el cabello, así como no todo alisado con keratina alisa”.
Para dar en el clavo con el sistema apropiado para cada clienta hay que valorar el estado del pelo, los tratamientos químicos que lleva ya en su haber, la mala (o buena) vida que le da con secadores, planchas o cosmética…
Por eso, realiza siempre un exhaustivo diagnóstico capilar que determine el estado en que se halla la “materia prima”, y si no lo ve claro, es de las que dice que no a las clientas. “Estas técnicas modifican la estructura capilar, y lo más importante es que mantengamos la calidad de la fibra. Los cabellos tratado químicamente, ya sea con cambio de color o de forma, tienen la fibra deteriorada y suelo plantear realizar previamente un programa recuperador capilar hasta que la fibra tenga el estado óptimo para recibir el proceso de alisado”.
Rogelaine busca el diálogo con las clientas, para que juntas definan el resultado que se desea y se personalicen todos los parámetros, desde la metodología y cronología de aplicación hasta factores como la humedad, textura, estado y temperatura a trabajar en cada melena.
Me gusta porque trabaja con varias marcas diferentes “porque entendemos que cada tipología capilar es única, y por eso tenemos un amplio abanico de firmas que nos ofrecen posibilidades para todos los gustos. El éxito final está, en la misma medida, en el producto y en el profesional que la realice”.
¿Su tratamiento más realizado? La queratina orgánica SIN formol. “Tan eficaz como la convencional, ésta respeta nuestra salud y la del medioambiente, y al no tener formol no quema el cabello ni daña el cuero cabelludo”. Su principal activo son los ácidos vegetales, entre ellos el ácido tánico, un polifenol que se puede encontrar en las cortezas del roble, el castaño y en la piel de la uva macerada (es lo que en algunos salones se conoce como taninoplastia).
Con la queratina orgánica se pueden conseguir dos efectos: alisar la melena (en cabellos gruesos o con rizo definido) o domar el encrespamiento (cabellos normales o finos puesto que “los clientes con estas tipologías no suelen querer alisar, sino controlar el frizz”).
¿Cuánto dura? “A partir de los 3 meses, es recomendable retocar raíces y recargar medios y puntas con vitaminas (esta variable se determinará con mayor precisión según la velocidad de crecimiento del cabello de la clienta)”.
¿Los precios de los tratamientos? desde 69€ un tratamiento anti-encrespamiento a 300€ un alisado (de una melena de longitud media).
Y por supuesto tienen todos los servicios de coloración (se especializan en barros), peinado y corte de cualquier peluquería.
¿Donde? En la calle Embajadores 274. Tel: 915 27 37 24. No es una zona muy céntrica, lo sé, pero por la M-30 se llega enseguida, y tiene la ventaja de que se aparca en la puerta y en “zona azul”. Por si fuera poco, abren los domingos por la mañana (previa cita) y acuden a domicilio.
Y el salón, además, es asi de bonito:
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