Isabel Entrecanales y Pino Gil de Biedma hace ya unas semanas que se plantaron. Literal. Porque estas dos jovencísimas empresarias de 26 años iniciaron sus carreras en Business Administration en Cunef y se formaron profesionalmente durante 3 años, antes de dejar hace poco meses sus puestos para crear ‘Plantarse”’, su propia empresa de comida vegana a domicilio.
Isabel hizo prácticas en el BBVA en Londres y trabajó un par de años para Carolina Herrera (grupo Puig) en Barcelona, y Pino estuvo un año en Nocom y dos años en México en una empresa de transformación digital. Pero un día decidieron plantarse ante el consumo frenético de cocina animal de la gente de su generación, y dieron a luz este proyecto empresarial que simboliza su estilo de vida: el equilibrio y la paz interior conseguido a través de la alimentación “plant based”, en la que ninguno de los ingredientes es de origen animal.
“’Plantarse’ nace de nuestra ilusión por acercar a todo el mundo una dieta diaria saludable”, cuenta Isabel. “Nuestro estilo de vida no nos permite tener el tiempo necesario para cocinar. Por lo tanto, recurrimos a menudo al mercado del “delivery”, y nos frustramos porque no encontramos una oferta que fomente el consumo de productos sanos y naturales en nuestro día a día”. Con ‘Plantarse’ decidimos poner un freno a esa frustración por el consumo desmesurado de la comida rápida a través de los pedidos a domicilio”.
Sorprende ver a dos jóvenes con tanto interés por su salud, y cuentan que todo empezó cuando hicieron el master de nutrición en IIN (Institute of Integrative Nutrition). “Teníamos ya un especial interés por el bienestar y, sobretodo, por sentirnos al 100%, pero esto nos abrió más los ojos y nos impulsó a investigar más. Identificamos la fuerte tendencia de otros países, sobre todo anglosajones, en los negocios “plant-based” y, aunque en España ese tipo de tendencias tardan más en aparecer, hemos querido ser de las primeras en apoyar el movimiento”, apunta Pino.
“Nuestra idea es desarrollar menús que giren alrededor del concepto de salud pero sin caer en tópicos. Queremos desmitificar la idea de que la comida sana es aburrida, que no se disfruta y que solo se toma para adelgazar. Por eso proponemos platos sanos y a la vez deliciosos, porque comer sano no significa pasar hambre o comer solo ensaladas”.
Dejan claro que no se trata de platos dirigidos (solo) a reducir kilos, sino a aumentar la ingesta de verduras y frutas, que se traduce en un mayor aporte de vitaminas, nutrientes, minerales, con todas las propiedades que suponen, sin olvidar la proteína vegetal, presente en todos sus platos. “¿Nuestro lema? No cuentes calorías, cuenta nutrientes. Y estamos convencidas de que la dieta “100% plant based” será la alimentación del futuro”.
Respecto al suyo, se han sentido muy respaldadas por sus padres “con ese apoyo incondicional que solo te da tu familia”, dice Isabel con un guiño. ¿Qué consejos nos dieron? “Que un proyecto funciona solo si todas las personas involucradas dan el 100% y creen el él con ese mismo porcentaje, por eso buscamos un equipo con tantas ganas como nosotras y así ha sido”.
Las dos han tenido los mejores ejemplos en sus casas, en las que desde pequeñas les han inculcado buenos hábitos alimenticios. Pero, aunque la semilla estaba sembrada, el proceso ha sido cosa de ellas. “Hemos ido aprendiendo a escuchar nuestro cuerpo y viendo qué nos sentaba bien y qué no”, aseguran. “Nos encanta hablar de la bio-individualidad, es decir que cada uno somos distintos y por lo tanto no todas las comidas nos sientan de la misma manera”.
“Comer sano no es un sacrificio para nosotras, ni un castigo para adelgazar. Disfrutamos muchísimo de la comida. La gente se piensa que comer sano es atiborrarse de hojas de lechuga, pero están muy equivocados. Se trata de tomar platos equilibrados, nutritivos, que nos sienten bien. Comer es un placer y nunca hay que dejar de disfrutarlo, pero como todo en la vida, sin excesos y buscando el equilibrio”.
¿Y nunca os tomáis un donuts?, pregunto. Y contestan riendo que no son tan radicales. “Nos lo tomamos, pero nos gustan más los que tenemos en nuestra carta, que son veganos de chocolate puro, y están de morirse de buenos”, aseguran.
Y es que comer sano no significa privarse de placeres como la pasta, por ejemplo. “Yo como carbohidratos todos los días, comida y cena”, reconoce Isabel. “Pero procuro que sean de grano integral porque tienen más nutrientes, y en nuestros menús las elaboramos las pastas sin gluten para que pueda disfrutarlas todo el mundo”.
Sus recetas son fáciles, apetecibles y basadas materia prima ecológica y de temporada, “que nutre a la vez cuerpo, mente y lo más importante, a nivel espiritual: corazón y alma”, apunta Pino. “Y están muy ricas”, insisten. “Queremos romper los esquemas de las dietas sanas y aburridas. Y ya hemos recibido mensajes de nuestros primeros clientes sorprendidos de que una hamburguesa de judía blanca esté tan buena.
¿Sus platos favoritos? El de Isabel es la ensalada de lentejas con kale, hinojo y calabaza asada y el de Pino la “Plant-Based Burguer”, con carne vegana combinada con cebolla caramelizada y veganesa de trufa. ¿Veganesa de trufa? “La elaboramos con leche de soja, vinagre de vino blanco y aceite de girasol y conseguimos una textura muy similar a la mayonesa tradicional”. Con recetas así, yo también me planto.
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