Teresa de la Cierva el 30 sep, 2012 Hace poco me encontré con una amiga que hacía meses que no veía y me alegré mucho por dos razones: la primera, porque siempre es una delicia verla (pura alegría); y la segunda, porque tenía la cara mejor nunca. Carlota –así se llama- siempre ha estado muy acomplejada por culpa de su piel, extremadamente blanca, y con una enorme tendencia a las rojeces en los mofletes. “Parezco Heidi”, ha sido su eterno lamento. Tiene lo que se conoce como la “maldición de los Celtas”, que es una rojez exacerbada que aparece con los cambios de temperatura, con las comidas picantes, cuando pasa una mala racha emocional o cuando se expone al sol. Pero como por arte de magia, ¡sus “chapetes” han desaparecido!! ¿Qué te has hecho? ¿Láser?, le pregunté. Y me contestó que, después de muchos bandazos, había dado con el remedio de su mal: Anti-rojeces Fuerte de Avène (14,40€ en farmacias). Yo había recibido toda la información de este producto, y la verdad es que me había parecido muy interesante (todo en Avène me lo parece), pero como no tenía referencias de nadie que lo hubiera usado, ni siquiera sabía de alguien cercano a quien dársela a probar (y eso que hay casi 4 millones de personas afectadas), la olvidé. Pero después de ver a Carlota, me puse a mirar la información del producto y la verdad es que las tiene todas consigo para funcionar. Han incluido un extracto ultraconcentrado (el más alto del mercado) de Ruscus, el ingrediente venotónico por excelencia (el que tienen casi todas las cremas anticelulitis y anti-piernas cansadas). Y con la formulación que han hecho en Pierre Fabre Médicament ha obtenido la calificación de medicamento. Según Bernard Fabre, Director del Laboratorio de Productos Vegetales del Grupo Pierre Fabre, los primeros usos del Ruscus fueron diuréticos (en el siglo I) pero en 1950, tras los estudios realizados en la Facultad de Farmacia de Toulouse, se demostró la relación entre la actividad diurética con la mejora del retorno venoso. En aquella época, la farmacia del Sr. Pierre Fabre (el que creó los laboratorios de donde sale Avène), recibía cada día a mujeres con problemas de piernas cansadas y doloridas, frecuentemente deformadas por las varices, debido a la dura vida del campo, a los largos periodos de pie… Al escuchar sus necesidades tuvo la idea de aprovechar las propiedades venotónicas del Ruscus, recientemente demostradas, y concibió su primer medicamento, Cyclo 3 para problemas venosos. Hoy, como se sabe que las rojeces del rostro están relacionadas con un defecto de microcirculación cutánea, ha creado este concentrado Anti-Rojeces Fuerte que se aplica sobre las zonas afectadas (viene en un tubo con cánula) y actúa directamente sobre los capilares, donde las rojeces están más instaladas. Es posible que este producto se quede corto en los casos graves de cuperosis y rotura de capilares (el dermatólogo es quién tiene que tratarlos), pero a los hombres y mujeres con “coloretes naturales” debidos al frío, las comidas especiadas, el abuso de alcohol o el estrés, estoy segura de que les funcionará tan bien como a mi amiga. La línea tiene además una crema de día Antirougeurs Jour SPF 20 (18,35€), en dos versiones: una fórmula enriquecida con aceites vegetales que dan elasticidad y bienestar a la piel seca y muy seca. Y una emulsión más ligera que deja la piel mixta y grasa sin brillos. En ambos casos la eficacia antirojeces es igual, solo varía la textura. Son ideales para usar como complemento del concentrado o como tratamiento preventivo en personas que van regularmente a esquiar, que hacen escapadas al sol del Caribe, que se mueven en moto por la ciudad… ¿Un consejo? Más que adaptar la textura de la loción de día a los tipos de piel, hacedlo según los cambios de temporada: la versión más rica cuando haga frío y la más ligera en épocas de calor. Más información: Comité de cosmetovigilancia: 900.300.567 www.eau-thermale-avene.com Maquillaje Comentarios Teresa de la Cierva el 30 sep, 2012