Teresa de la Cierva el 02 sep, 2012 Érase una vez la doctora Rosario Perona, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que publicó un estudio científico sobre la disqueratosis congénita (enfermedad de envejecimiento prematuro en niños) y el péptido GSE 24-2. Su investigación demostró que este péptido aumentaba la actividad de la telomerasa en células envejecidas hasta llevarlas a convertirse en células jóvenes de forma natural. Este importante hallazgo científico, dirigido a curar esta rara enfermedad, puso sobre la pista al doctor Antonio Molina, que prosiguió la investigación para comprobar si este péptido podría tener aplicaciones cosméticas. El resultado fue positivo y consiguió que el CSIC le diera los derechos mundiales y en exclusiva de este descubrimiento a su compañía, Advanced Medical Projects. A cambio, él se comprometió a donar íntegramente sus ingresos a la investigación para fármacos contra enfermedades infantiles, hoy mortales. Y creó la línea de cosmética más interesante que he visto hace mucho tiempo. Son cremas personalizadas, que se compran solo después de realizar un Test Genético a domicilio. Este test es un análisis personalizado del tamaño de nuestros telómeros. En función de los resultados del test se asigna a cada persona el tipo de cosmética apropiada VERDE Nivel bajo de envejecimiento. Generalmente indicado hasta los 30 años porque presentan pocos síntomas de envejecimiento NARANJA Nivel medio de envejecimiento. Para pieles maduras entre 30 y 55 años. ROJO Nivel alto de envejecimiento. Generalmente indicado a partir de 55 años, en pieles con marcados síntomas de envejecimiento. Esto es en líneas generales, porque lo cierto es que no siempre coincide. Hay muchas personas que con 30 años necesitan un tratamiento naranja, mientras que otras de 50 pueden presentar un envejecimiento celular bajo. De ahí la importancia de someterse al test. La prueba se solicita en www.meveomuybien.com y el proceso es muy sencillo: Te mandan a casa el kit genético que incluye instrucciones, un formulario y un bastoncillo que hay que frotarse por la parte interna de uno de los carrillos durante 30 segundos. Una vez guardada la muestra, se llama al 91 344 66 88 para la recogida. Y listo. Las cremas cuestan 190 €. Son caras, si. Pero su elevado precio no se debe en absoluto a campañas de marketing, publicidad o caras famosas anunciándolas. Se debe a que han dedicado 2 años a I+D en California (una de las mecas mundiales del I+D biomédico) para incluir péptidos completos (constan de 55 aminoácidos) y no fragmentados. No me preguntéis que significa esto pero por lo visto hace que sean mucho más activos y su coste de producción sea muchísimo más alto comparado con los “peptidos” de los productos cosméticos típicos, que son fragmentos de 3 a 10 aminoácidos, como mucho. Para no enrollarme con tecnicismos os remito a las interesadas al blog de mi amiga Beatriz Peña (bellezapura) donde el doctor Antonio Molina hace unas declaraciones interesantísimas sobre el funcionamiento de las cremas y el valor de las mismas. El resumen es que las cremas en general se dividen en “básicas” y “premium”. Las primeras lo que hacen es hidratar la piel, con moléculas (ácio hialurónico…) que se meten dentro de la arruga, captan agua, se hinchan y con ello estiran la arruga pero luego, al lavarnos la cara, se van, y lo que es peor: el envejecimiento de la piel sigue su curso natural. Los productos “premium” son los que contienen moléculas activas (factores de crecimiento celulares o, como en el caso de esta línea, factores de reparación celular), “que hacen cosas”. Van a la biología celular de la piel, y no se quedan rellenando arrugas. GSE24-2 utiliza, por supuesto, moléculas como ácido hialurónico y similares para hidratar la piel de forma inmediata, pero el corazón de sus productos es el famoso péptido, que induce a la piel a producir colágeno propio (y por tanto, reafirmar la piel y reducir hasta en un 82% la profundidad de la arruga). Y esto no se consigue en dos semanas. Este es otro de los puntos que aclara el doctor: “Para ver el efecto de tersura e hidratación de una crema bastan 2-3 semanas, pero para comenzar a ver la disminución en la arruga y el efecto sobre la firmeza, se necesitan como mínimo 2-3 meses porque lo que estamos induciendo es toda una revolución celular bajo la piel, y eso lleva tiempo”. Como ellos mismos dicen, esta cosmética es ciencia, no magia ni humo. Por ello, si queréis resultados reales tenéis que usarla de forma continuada. Si no vais a tener la paciencia y constancia de seguir el régimen que os marquen, es mejor que os olvidéis de esta gama porque estaríais tirando el dinero. Y colorín colorado… Maquillaje Comentarios Teresa de la Cierva el 02 sep, 2012