¿Quieres ascender? Traza un plan, háblalo con tu jefe, comunícale tus aspiraciones y vende tus méritos. Y si vas a pedir un ascenso, no vayas reivindicativa, diciendo cuánto lo mereces (lo que probablemente pondrá a tu jefe a la defensiva). Será más eficiente una aproximación del tipo “Me gusta trabajar en esta compañía ¿en qué crees que debo focalizarme para aspirar a tal puesto?”
¿O quieres moverte a otro departamento de tu empresa o a otra región? Si es así, mantente pendiente de las posibles vacantes en otros departamentos, pregunta a colegas, haz pasillo. Explora tus posibilidades en el departamento de Recursos Humanos, habla con el gestor de carreras (escaso perfil en las empresas españolas), demuestra tus capacidades con datos.
En cualquier caso, no esperes el cambio, promuévelo tú. Es lo que hacen los hombres ambiciosos de forma natural. Quizá está en sus genes, quizá es educacional. Ellos actúan en plan “porque yo lo valgo” y hacen bien. Así funciona el juego.