El encanto que tenÃa el fútbol cuando se jugaba toda la jornada a la vez era especial. No solo por la emoción que suponÃa; los «partidos a la vez» influÃan extraordinariamente en el estado de ánimo del público, que contagiaba al equipo. Ocurrió en el Real Madrid-Sevilla de la 96-97, que aupó a los madridistas, entrenados por Fabio Capello, a tener medio tÃtulo ganado. Quedaban nueve jornadas y el Madrid tenÃa siete puntos de ventaja con aquel Barça de Ronaldo (que llevaba 17 goles más a favor). El Sevilla era último (de 22), pero se adelantó en el Bernabéu (0-2) con un gol de José Mari, en la primera jugada, y otro de Oulida. A la media hora de juego, Capello quitó ¡a Suker! y a Chendo, y sacó a Ze Roberto y a SanchÃs (que colocó de lateral diestro). Seedorf acortó distancias a un minuto del descanso (precedido de un fuera de juego de Raúl en el inicio de la acción de ataque). Mientras, en Valladolid, el Barça se habÃa puesto por delante a los cinco minutos, gol de Ronaldo, y ponÃa la Liga ajustada en cuatro puntos. ParecÃa que el Real Madrid estaba desperdiciando una ventaja como la que ha tenido el Atlético esta temporada (los de Capello llegaron a sacar 9 puntos al Barça en la jornada 27). Pero el Valladolid consiguió empatar antes del descanso y el Madrid acababa de meterse en el partido, con el 1-2. Comenzó la segunda parte y el Valladolid se adelantó en la primera jugada. Estalló el Bernabéu y a los 59’ el Madrid empató. La jornada, que habÃa empezado de forma nefasta para la parroquia de ChamartÃn, se habÃa puesto, de estar a cuatro puntos, a estar a ocho. Con media hora por delante.
Recuerdo estar viendo los transistores en todas las filas del segundo anfiteatro del fondo sur, preguntando constantemente, con la gente inquieta y conectada: PonÃan cara de «yo me encargo de defender en Zorrilla». En aquellos años, el que tenÃa el transistor era el guardia de seguridad. HabÃa más preocupación en los aficionados por mantener la derrota impensada del Barça que por hacerse con los tres puntos de ChamartÃn, en pleno empate a dos, que podrÃa bastar después del susto. Y entonces la fiesta se desbordó: a falta de 13 minutos, el Valladolid apuntaló la victoria con un 3-1 y el Bernabéu lo celebró con tal fiesta, y contagió de tal manera a los jugadores, que en ese tramo final el Real Madrid marcó dos goles y venció 4-2. Aquella jornada terminó con los blancos lÃderes con 10 puntos de ventaja. La crónica de ABC empezó con: «La Liga late ya al ritmo del corazón blanco. De un corazón de campeón. Un corazón que ayer se les iba del pecho a los aficionados que fueron al Bernabéu…». Qué pena de pandemia ahora…, de horarios diferentes, de un fútbol de sabor distinto. De momentos tan duros en este año.
Real Madrid y Sevilla disputarán ahora su 77º enfrentamiento en la historia de la Liga en Madrid, donde se dieron 57 victorias madridistas (75%), 11 empates y ocho derrotas. Pero donde las últimas 11 fueron todas victorias locales (es récord). El año pasado (2-1) El Real Madrid ganó a los hispalenses en el primer partido del año 2020, en un Bernabéu en obras, y con público, claro. Y un héroe: Casemiro, que marcó su primer doblete después de 220 partidos en el Madrid y en toda su carrera profesional (ahora lleva 281, y 30 goles).
Cristiano Ronaldo (13) es el futbolista que más goles ha marcado en los 76 Madrid-Sevilla de Liga, donde pasaron tantas cosas, tantas goleadas y remontadas: dos encuentros que se jugaron en el viejo Metropolitano (con victorias blancas, los dos en 1947); Los dos tripletes de Di Stéfano en el 6-0 y 8-0 de las 57-59; Maradona perdiendo 5-0 (92-93); un gol de Lasa sin portero desde el centro del campo (2-0, 94-95); dos alirones madridistas (63-64 y 71-72); el taconazo de Guti a Zidane (con su único triplete, 4-2 en la 2005-06) y la inolvidable remontada (3-2) con gol de Van der Vaart desde el suelo en el 92’ tras un 0-2, en la 2009-10. Y muchas más que pasarán.
Real Madrid