José Manuel Otero Lastres el 31 oct, 2016 En los momentos actuales, hay muy pocos políticos que puedan tener iniciativas parlamentarias personales que no pasen previamente por el filtro del partido al que pertenecen para obtener su aprobación. Por eso, en lugar de cebarme –como han hecho la generalidad de los analistas políticos- con el busto parlante que intervino en el acto de la segunda votación en la sesión de investidura, le voy a atribuir a Esquerra Republicana de Cataluña todo lo dicho contra el PSOE en la Tribuna del Congreso de los Diputados. Con esto quiero decir que para mi quien habló en el Congreso fue esa formación secesionista catalana que tanta astucia venía mostrando hasta ahora. Digo “astucia” porque los actuales dirigentes de ERC están logrando con gran habilidad engañar a los antiguos “Convergentes” para que sean éstos los que pongan los “encausados” en el inalcanzable camino de la declaración unilateral de independencia de la citada región española. ERC planifica y dirige la “rebelión jurídica secesionista y los “conversos convergentes”, al ejecutar los actos sediciosos, se convierten en carne de juzgado. Eso sí, los de ERC los acompañan y jalean cada vez que son llamados a declarar, pero los “zorros” de ERC se cuidan de que no les salpiquen esos “lodos”. Pero añado “hasta ahora” porque el furibundo e injusto ataque lanzado desde el atril del Congreso de los Diputados contra al PSOE será, con todo probabilidad, difícilmente olvidable para los simpatizantes sensatos de este partido político. No descarto que para los seguidores radicales del “podemizado” Sánchez las falacias e insultos de ERC puedan llegar a ser consideradas como “verdades”. Pero para cualquier observador objetivo de la realidad española desde 1979, y supongo que mucho más para los verdaderos socialistas, los servicios que ha prestado el PSOE a la España moderna son impagables. Justamente por ello, fue insólito e inadmisible que ERC utilizase los escasos minutos de que disponía para fijar su posición en la investidura de Rajoy para convertirse ilegítimamente en la voz de unos pretendidos “socialistas de corazón” (como si los socialistas no “podemizados” no lo tuvieran) y lanzar una diatriba de una dureza jamás escuchada contra el PSOE. Desde mi particular percepción, siempre tuve al Partido Socialista de Cataluña por una formación que anteponía lo catalán a sus demás rasgos definidores. Hoy me atrevo a añadir que la actual dirección, manteniendo inalterado su “catalanismo”, ha sustituido su componente socialdemócrata por una radicalización “podemita” que difumina severamente sus rasgos. Por eso, no tengo casi ninguna esperanza de que el PSC responda a la afrenta de ERC, entre otras razones, porque el partido “amigo” que tiene el PSOE en Cataluña al votar contra Mariano Rajoy no llegó a traicionar a los supuestos socialistas en cuyo nombre hablaba ERC. Confío, en cambio, en que el PSOE no olvide las infamias ultrajantes de dicha formación secesionista y que, de algún modo, esta formación catalana reciba cumplida respuesta por parte del PSOE no tanto verbal como política. Otros temas Comentarios José Manuel Otero Lastres el 31 oct, 2016