Imposible no empezar la semana hablando de la gesta de la selección Española de baloncesto en el Eurobasket de Lille (perdonad mi falta de originalidad).
Sin embargo, lo que quiero comentar es la acción de la reportera del canal de televisión que entrevistó a Su Majestad antes de la final y lo tuteó cuatro veces. [Aquí puedes ver la noticia: «El cuádruple tuteo de la reportera de Telecinco al Rey en la final del Eurobasket»]
“Estuviste con los jugadores después del partido. Te comprometiste. Ellos han cumplido y tú también”.
He leído en las redes y a otros compañeros de profesión quitarle importancia al hecho alegando que el lenguaje es algo vivo, y que la fórmula de tratar de usted acabará desapareciendo como hizo en su momento el vos. Hay también quien opina que la periodista estaba nerviosa por entrevistar al Rey.
Estoy en desacuerdo.
Aunque en un evento deportivo se relajen las formas, siempre es un error tratar de tú al Jefe de Estado. Al empezar la entrevista, Felipe VI la saluda con un ¿qué tal estás?. El Rey siempre tutea, es un privilegio que tiene. No por ello hay que dejar de seguir tratándole de usted.
El uso del tú está reservado a los amigos, familiares y en relaciones de confianza. El usted se utiliza con las personas mayores, uso comercial, desconocidos y superiores en jerarquía, como era el caso. El tuteo es una forma de confianza, el problema es cuando lo hacemos extensible a todas las personas, incluyendo a las que acabamos de conocer, o a las que jamás deberíamos hacerlo, como es el caso del Rey Felipe VI.
Aunque socialmente cada vez está más extendido el tuteo «a primera vista», en ciertas circunstancias se puede ver como una falta de educación. Usar el tú en vez del usted resta respeto a la persona a la que nos dirigimos. De hecho, aunque no fuese el caso de ayer, una excesiva confianza con ciertas personas puede dar lugar a que se sientan ofendidas.
El usted es la contracción de vuestra merced, término ya extinguido. En una presentación, es el mejor tratamiento de cortesía.
Como curiosidad, os cuento que en el entorno próximo al Rey se le tutea pero manteniendo el señor, así que se dirigen a él diciendo «tú, señor».
Además, hay otra regla. Una vez que se ha pasado al tuteo, no hay que volver a tratar de usted, como hace la compañera periodista. No sé si le darían alguna indicación por el pinganillo, pero demuestra indecisión, y darse cuenta de que ha metido la pata.
Tampoco hay que rasgarse las vestiduras con el asunto, pero estoy segura que a María Victoria no le volverá a pasar algo así en el resto de su carrera. Pasad un buen lunes.