Hasta la persona más comedida y con movimientos estudiados no es capaz de controlar al cien por cien el lenguaje silencioso de su cuerpo y esos movimientos inconscientes que hacen mientras hablan y que muchas veces contradicen sus palabras y revelan sus intenciones verdaderas.
Hay estudios que estiman que en una conversación, el 65% de la comunicación se produce de forma no verbal y tan solo el 35% se compone de las palabras. Y se diga lo que se diga, los gestos corporales son inequívocos. El lenguaje corporal suele realizarse a nivel inconsciente, de manera que habitualmente es un indicador muy claro del estado emocional de las personas.
Un claro ejemplo de lenguaje no verbal lo encontramos en el príncipe Harry de Inglaterra; es el miembro más cercano de la familia real británica, y generalmente se le ve amable en el trato, sonriente e incluso bromista cuando la ocasión lo requiere. Por si no lo habían notado, el británico suele colocar su mano dentro de la chaqueta de su traje, dejando el pulgar o varios de sus dedos fuera.
Los brazos y las manos sirven de apoyo a la mayoría de los movimientos que se realizan, y también permiten defender las zonas más vulnerables del cuerpo en situaciones de inseguridad. Que Harry haga este gesto simboliza que quiere proteger sus órganos vitales porque no está cómodo en esa situación.
El brazo sobre el abdomen sirve como barrera para poner distancia entre él y aquello que lo incomoda. No hay más que ver la posición y la sonrisa tensa con la que posó cuando conoció a Melania Trump, primera dama de Estados Unidos.
Otra gesto muy habitual del príncipe inglés es tirar de su chaqueta, gesto que equivale a morderse las uñas: no está cómodo y siente estrés. Para Harry es una manera de tranquilizarse cuando se siente ansioso o nervioso y lo más seguro es que ni siquiera se dé cuenta de lo que está haciendo.
Como ven ustedes, aunque se nazca siendo miembro de una familia real, no siempre se puede actuar como una máquina perfecta, y es difícil comportarse cuando se recibe un alto nivel de exposición mediática.
Lenguaje no verbal