Hace pocos días el Lleida Esportiu rescindía el contrato del futbolista Éric Zárate por sus “comentarios racistas, sexistas y contra Cataluña en las redes sociales”. Estos comentarios fueron publicados en su cuenta privada de Facebook en 2011, cuando tenía quince años. El delantero se ha disculpado tanto en esta red como en Twitter. Zárate, catalán de nacimiento, había firmado la semana pasada con el Lleida hasta el 2019.
Este es el último ejemplo del poder que tienen las redes sociales como herramienta de difamación. Creo que aún no somos conscientes de la huella digital e imborrable que deja cualquier comentario u opinión que se pueda verter en Twitter o Facebook.
En el caso de Zárate, es aún más preocupante. Todos hemos dicho cosas con quince años que no diríamos ni con treinta ni con veinte. Es una cuestión de evolución y madurez. Pero es cierto que la tecnología da cobijo, cada vez más a la pérdida de modales, buena educación y cortesía.
César Cadaval, de los Morancos, desató las iras de las redes por colgar esta foto donde se le ve con un leopardo muerto. Hasta el grupo político Compromís reclamó a TVE que no se volviese a contratar al dúo humorístico. De momento, no aparecen en la parrilla de la televisión pública.
Muchas veces, se dicen cosas sin pensar y sin ser conscientes de hasta dónde puede llegar ese chiste desafortunado o esa crítica en un momento de calentón. Y las consecuencias de esta falta de empatía social no la sufren tan solo las personas públicas, sino que cada vez más los ojeadores de las empresas evalúan los perfiles de los candidatos antes de seleccionarlos.
La Netiqueta son las normas de etiqueta en la Red. Todos deberíamos conocer estas pautas para facilitar la convivencia digital en estos tiempos de socialización intensiva.
– Hay que utilizar los #hashtag de manera positiva, nunca para insultar o humillar a otras personas.
– En la Red, utilizar mayúsculas es sinónimo de gritar en la vida real. Se interpreta como violencia verbal.
– Piensa dos veces antes de escribir o tuitear. Una simple frase puede dejarte sin trabajo, sin pareja o ser utilizado en tu contra.
– Hay que medir bien las críticas que se publican, pueden llegar a vulnerar los derechos de las otras personas.
– Es más prudente rechazar o bloquear a desconocidos o personas que agreden (llamados haters) que aceptar cualquier solicitud.
– Hay que respetar la privacidad de los demás y no publicar aspectos íntimos de su persona
– Antes de correr un rumor, hay que verificar que la información sea cierta
– Habría que preguntar a una persona si desea ser etiquetada en ciertas fotos o vídeos antes de publicarlas.
– Lo que publicas lo leen terceros, así que exprésate con educación y respeto.
– Hay que respetar siempre las normas ortográficas (el otro día alguien me escribió un ubiera sido que me hizo perder todas las ganas de seguir conociendo a esa persona).
– No escribas si has bebido. Al día siguiente, podrías arrepentirte.
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