Hoy estudiaremos algunos verbos sonoros como cesar, destituir, piratear y denigrar, así como la voz en desuso dimitir. Un diario informa hoy de que el Boletín Oficial de la Guardia Civil ha publicado la “destitución” del teniente coronel Antonio Tejero Díez, que en Estados Unidos se llamaría por abolengo Antonio Tejero II o, simplemente, Junior. Pero publica el subtítulo “Interior: el cese se hubiera producido coincidiendo o no con la fecha”, que se refiere a la del 23-F. Aclarémonos: o una cosa o la otra. Cesar es un verbo intransitivo que significa dejar de desempeñar un cargo. La gente cesa en sus funciones, pero no cesa a nadie. No hay complemento directo, que es la parte de la oración que recibe de manera directa la acción de un verbo transitivo. Tejero II no puede ser cesado. Puede cesar o ser destituido. Destituir es separar a alguien del cargo que ejerce. Este verbo sí es transitivo: opera con complemento directo, en este caso Júnior. La Asociación Unificada de la Guardia Civil afirma que resulta “denigrante” que los agentes del Grupo de Reserva y Seguridad tengan que dejar sus puestos para cocinar paellas. La voz denigrar deriva del latíndenigrāre, que significa poner negro, manchar. Denigrar es deslustrar, ofender la fama de alguien. La Asociación cree que poner a los guardias a cocinar arroces (como los llaman en Murcia) recuerda “la forma de funcionar de la institución hace 50 años y que resulta inaceptable en pleno siglo XXI”. No hice la mili gracias a mis pies planos y a otras deformidades físicas, pero mis amigos que sí estuvieron dicen que enfoscaron chalés de coroneles y cortaron el césped del jardín de algún capitán, así que quizá haya tradición detrás de esta práctica de la paellera o paella, que de ambos modos se denomina el recipiente.
Leo en otro papel “Cese del director de Energía por ‘robar’ luz”. El mismo redactor que titula cese subtitula “El alto cargo andaluz dimite para ‘defenderse’ de la acusación de tener una casa ilegal”. Su jefe dice que sí, que dimitió, “rogándome que lo admitiera con el objetivo de tener las manos libres para poderse defender” de esas acusaciones. Tenía ocupadísimas las manos ostentando la dirección general y sujetando al mismo tiempo el cable eléctrico que había conectado de extranjis para iluminar su vivienda malagueña de Yunquera.
Ésta estaba edificada en suelo rústico cerca de un paraje protegido. La noticia no dice si el director también robaba cable de cobre, así que debemos presumir que no. Lo dice el Artículo 24 de la Constitución, que se aplica a muchos españoles. El titular de ABC de papel de hoy es “Dimite el director de Energía andaluz que piratea la luz del chalé”.
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Dedicado a Pablo Osa.
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