Sánchez-Iglesias, la farsa del pacto imposible

Por mucho paseíllos pactados y por mucha ansiedad que tenga Pedro Sánchez por ser el próximo presidente del Gobierno, la realidad es que ese acuerdo de Gobierno es imposible. No lo digo yo, sino los números, en algunos casos, y la lógica política, en otros.

Si la línea roja que el PSOE no está dispuesto a atravesar es la consulta en Cataluña, ¿cómo es posible que Sánchez llegue a La Moncloa con los votos  del PSOE (90 escaños), de Podemos (69), ERC (9), Democracia y Libertad (8), IU (2), Bildu (2) y PNV (6)?  Todos ellos sumarían 182 escaños, frente a los 123 del PP, 40 de Ciudadanos y 1 de Coalición Canaria que suman 164. Un supuesto en el que las matemáticas lo hacen posible, ya que la mayoría absoluta son 176, pero en el que la lógica política indica que no se podría llevar a cabo.

Pero si el PSOE quiere ser coherente y pactar solo con las formaciones políticas que rechazan este referéndum soberanista, excepto el PP al que le niega el pan y la sal, las cuentas no le salen: 90 escaños del PSOE, 40 de Ciudadanos, y 1 de Coalición Canarias. En total 131.

Si los datos son éstos, ¿a qué está jugando Pedro Sánchez? La semana que viene empieza otra vez el tiovivo de las reuniones. Ya se han anunciado no sé cuantas, que si el PSOE con Podemos, y quizás Ciudadanos, o Ciudadanos con Podemos, y quizás el PSOE. Se podrán reunir las veces que quieran, salir andando a pasear por la Carrera de San Jerónimo, convocar ruedas de prensa a destajo, pero la realidad es la que es.

Menos mal que cada vez se acercan más los plazos para que finalice esta negociación de la marmota y dejen de tomarnos el pelo a los españoles. Si no quieren ni siquiera hablar con el partido que ha ganado las elecciones, el PP, y formar Gobierno, recojan sus bártulos y dejen que los españoles hablen otra vez. A ver si la próxima vez los escuchan mejor.

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