Pues ya estamos en tiempo de descuento para las próximas elecciones y solo una rendición, con armas y bagajes, de Pablo Iglesias, pueden evitar los comicios. Hoy se inicia la ronda de contactos del Rey con los lÃderes polÃticos con el horizonte de la investidura sin despejar y con el desafÃo de Pedro Sánchez a Pablo Iglesias cada vez más tenso.
Es verdad que la posibilidad del acuerdo no se agota hasta el último minuto del 23 de septiembre, fecha lÃmite para disolver el Parlamento, pero las expectativas, a tenor de la falta total de sintonÃa entre el PSOE y Podemos, son cada vez más remotas.
Los socialistas se han instalado en el “no es no” a Pablo Iglesias, ni Gobierno de coalición, ni compartido, ni nada de nada, o se arrastra Pablo Iglesias a los pies de Pedro Sánchez o aquà vamos a las urnas el 10 de noviembre.
Tal y como está Pablo Iglesias, no me extraña que decida ya humillarse por completo y claudicar ante el resistente Sánchez, al fin y al cabo, ya lo tiene todo perdido. O, y es una alternativa, morir matando al futuro Gobierno, que dependerá de él, probablemente, y hacerle tragar quina en la siguiente legislatura.
Esto no va de España, ni de nuestros problemas, esto es una batalla de egos a ver quién es más chulo que el otro.
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