Primero fue su “no” a la propuesta que le hizo el Rey Felipe VI para que se presentara a la sesión de investidura. Y ahora ha sido su “sí, pero no, ya veremos”, a una segunda propuesta. Mariano Rajoy está descolocando a la oposición, sobre todo a Ciudadanos y al PSOE, que tienen la sartén por el mano para que sea elegido presidente del Gobierno. Una arriesgada estrategia política que tiene como objetivo doblegar a sus contrincantes. Los ha puesto contra las cuerdas y ahora tienen que buscar una salida para no asumir el coste de tener que convocar unas terceras elecciones.
La política española se encuentra inmersa en una inédita situación provocada por un aún más inédito Mariano Rajoy que, conocedor de los vericuetos de la política, está sorprendiendo por sus golpes de efecto. Todavía no sabemos si terminará ganando la partida, de hecho ya ha ganado la primera batalla, pero lo cierto es que hasta ahora nadie se había atrevido a tanto.
Es curioso que el político al que tildan de pusilánime, inmóvil y demás descalificativos es el que más se está moviendo, aunque sus movimientos estén poniendo de los nervios a algunos.
Ni en el primer caso, ni en el segundo, Ciudadanos y PSOE pensaron que Rajoy podría comportarse de esa manera. De ahí sus airadas respuestas, más pataletas que otra cosa, ante el inesperado escenario político al que se están enfrentando. Ni Rivera, ni Sánchez, estaban preparados para semejante desafío.
De Rajoy se podrán decir muchas cosas, pero nadie podrá negarle su capacidad de resistir con innovadoras puestas en escena, que veremos si le dan el buen resultado esperado. Si es elegido presidente del Gobierno, que le pongan un monumento.
PD. Rivera y Sánchez tienen una nueva oportunidad el próximo martes y miércoles para frenar unas terceras elecciones. Son los días en que Rajoy los ha citado para retomar la negociación.
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