El PSOE se ha propuesto en el Senado acorralar al PP para hacerle culpable del retraso de la renovación de los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional que le corresponde nombrar a la Cámara Alta. Después de dos años y medio de bloqueo, ante la falta de acuerdo entre las principales formaciones políticas, al presidente del Senado, Javier Rojo, le han entrado las prisas. Ayer y hoy han sido dos días claves para desenmascarar la estrategia socialista.
Una vez que ya hay sentencia, la siguiente fase es dar paso a los nuevos miembros del TC, aquellos que tienen que sustituir a los magistrados cuyo mandato ya está caducado y a los que el presidente de Cataluña, José Montilla, situó en la diana de sus críticas con el objetivo de apartarlos y crear un TC "ad hoc" para una sentencia a su medida.
Aún sabiendo que la renovación es imposible, Rojo ha pedido hoy que se habilite para trabajar durante el mes de julio a la Comisión de Nombramientos. Por esta Comisión, compuesta por el presidente del Senado y los portavoces de los grupos, desfilarán los 22 candidatos propuestos por los parlamentos autonómicos para ser examinados (hay que recordar que son 23, pero el Senado ha vetado al candidato popular Enrique López). Después de la criba quedarán cuatro, que pasarán a ser votados por el Pleno.Sin el apoyo del PP no saldrán, con lo que objetivo conseguido: PP culpable por no desbloquear el problema
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