La última reunión del año que celebró el pasado lunes el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular registró «demasiadas ausencias». La presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que siempre preside este órgano de la dirección del partido, no fue suficiente reclamo para que los presidentes autonómicos del PP acudieran a la cita más importante que tienen los dirigentes populares todos los meses.
Solo los presidentes de Valencia, Alberto Fabra, de Murcia, Alberto Garre, y La Rioja, Pedro Sanz, acudieron a la llamada del partido. A ellos hay que sumar a María Dolores de Cospedal, presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP. Ni Alberto Núñez Feijóo, ni José Ramón Bauzá, ni José Antonio Monago, ni otros muchos, se presentaron en la sede nacional del partido en Madrid. Tampoco estuvieron la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ni la de Valencia, Rita Barberá.
La ausencia de los presidentes autonómicos estuvo compensada con la presencia de los presidentes regionales como la de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho; Asturias, Mercedes Fernández; País Vasco, Arantza Quiroga, o Madrid, Esperanza Aguirre.
A pesar de la complejidad del momento político y de la inquietud interna que existe sobre la demora en dar a conocer las candidaturas autonómicas, ningún miembro de la dirección tomó la palabra para plantear alguna cuestión al presidente. Solo el eurodiputado y secretario general del Partido Popular Europeo, Antonio López-Istúriz, tomó la palabra para referirse al Congreso que los populares europeos celebrarán en octubre de 2015 en Madrid. Un respaldo a Rajoy de los grandes líderes del centro derecha europeo un mes antes de las elecciones generales en España.
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