Cumplió y cumplió bien la selección en su estreno. Lo hizo con más solvencia que brillantez, apoyándose en un Pau Gasol magistral y en la calidad innata que desborda en cada uno de sus jugadores. Ganó a China por 16 puntos, el rival más débil del grupo, pero esa distancia no puede empañar algunas lagunas que, en los siguientes encuentros, podrían pasar factura a los de Scariolo.
1 – La línea del 4,60 – Quizá fueron los nervios del debut, pero el 63 por ciento de acierto que la selección firmó en su estreno es un porcentaje paupérrimo para un conjunto de su categoría. La gran cantidad de faltas de los chinos envió a la línea de tiros libres a la selección en 22 ocasiones, de las que 8 se fueron al limbo. Marc Gasol (1 de 4) fue el peor en esa estadística.
2 – La actitud defensiva – Vale que Yi Jianlian (30 puntos) estuvo acertado, pero también lo es que lanzó demasiado solo en ocasiones. Cuando se ve tan cerca el triunfo, la lógica apunta a relajar los brazos en defensa. Eso le ocurrió ayer a España, que lo fió todo a su superioridad ofensiva. Ante rivales de más enjundia no será tan fácil. Encajar 81 puntos es un fracaso ante un equipo como el chino.
3 – El paso atrás de Sergio Llull – Timorato como nunca, el madridista apareció apocado en su estreno olímpico. A pesar de ser titular, Llull no mostró nunca ese desparpajo que le ha llevado a liderar al Real Madrid. Fue el segundo jugador de la selección que más minutos disputó, pero aún así no sumó más que dos puntos fruto de su único lanzamiento a canasta.
4 – Brotes verdes – Entre los aspectos positivos del partido habría que resaltar la reaparición de Sergio Rodríguez al final del partido. El canario demostró que su presencia es importante para el equipo. Le da alegría y un ritmo diferente cuando el rival se acomoda. En apenas nueve minutos repartió tres asistencias y dinamizó el juego de sus compañeros.
5 – La importancia de Marc – No fue su mejor partido, más bien al contrario, pero su sola presencia ya aporta detalles claves para la selección. Es el hombre encargado de distribuir el juego desde el poste alto y ante China cumplió con ese papel (5 asistencias). Le costó mirar el aro, en una muestra de que la inactividad le ha pasado factura, pero poco a poco volverá a afinar la puntería.
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