Hay veces que los partidos se deciden por detalles positivos. Canastas increíbles, asistencias mirando al tendido o tapones estratosféricos. Pero no siempre es así. Norris Cole y Hassan Whiteside le regalaron anoche el triunfo a los Timberwolves con una jugada tonta que les perseguirá durante varios días.
Con apenas medio minuto de partido y un punto abajo, los dos jugadores de los Heat se liaron en el saque de fondo y acabaron por perder el balón, devolviendo la posesión a Minnesota, que logró así sentenciar el encuentro. La acción, una de las más tontas de la temporada, le costó la derrota a los Heat en un partido ajustado en el que Ricky demostró que sigue en ascenso tras su regreso a las canchas.
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